De la basura al Museo de León

carmen Tapia | león

Es una corriente del arte contemporaneo que empuja fuerte. El arte sostenible pertenece a un sistema de vida que busca garantizar la calidad para las generaciones futuras. Una rama del arte que profundiza en acciones medioambientales. Cada vez hay más artistas concienciados con el medio ambiente que utilizan el arte como medio para desarrollar un proyecto social con carácter cultural. El Festival Recuore reúne en León desde el 5 de mayo hasta el 5 de junio 67 obras de 34 artistas de ocho nacionalidades en un encuentro internacional, pionero en Castilla y León, que se ha convertido ya en un referente cultural y social.

La iniciativa parte de la artista leonesa Sara Colinas, coordinadora y comisaria de la exposición, que con poco presupuesto y mucha ilusión está empeñada en convertir a León en el punto de referencia del arte sostenible donde acudan creadores concienciados con el medioambiente procedentes de todo el mundo. Pese a su corta vida—esta es la segunda edición—ya se ha colado en las listas de las mejores citas culturales de España. «Me han pedido en otros países que organice este festival fuera de España, pero yo soy de León y quiero que sea León el lugar donde se reúnan todos los artistas comprometidos», explica Sara Colinas.

El Festival Internacional Recuore. Arte y Arquitectura Sostenibles, es un espacio cultural y social que abre al público en el Museo de León. Los artistas que participan en esta edición trabajan ya en el montaje de sus obras «un arte emergente comprometido con la sociedad».

El festival nace para reflexionar sobre una nueva globalización basada en el respeto a la naturaleza y la equidad social. «Recuore busca el mestizaje de saberes, constribuyendo a enriquecer el escenario ambiental, ecológico y social, de acuerdo a las actuales necesidades sociales y holísticas, con un estilo y diseño eco de vanguardia».

Un diálogo multidisciplinar por sus contenidos y público «en torno a la creatividad transformadora, donde el arte más comprometido y la arquitectura social se convierten en instrumentos al servicio del medio ambiente».

Con el apoyo de E.Leclerc, Composit y Kanya Enmarcación, el arte sostenible irrumpe en León en un festival internacional al que se han sumado, desde hace tiempo, artistas leoneses, que participan en la exposición de retratos ‘León da la cara por el reciclaje’, una muestra fotográfica de 12 retratos.

El festival contará también con un espectáculo musical con la actuación el viernes, 13 de mayo, del grupo Toom-Park. Ritmo. La moda sostenible comprometida es otro de los atractivos del festival, con el desfile ‘Visible lo invisible’ de la diseñadora Esther Calzado.

El Festival Recuore abre al público el jueves, 5 de mayo, a partir de las 11.00 horas, en el Museo de León. La jornada se prolongará con encuentros con los artistas y conferencias, y por la tarde una mesa redonda en el Musac, con la presencia de Horacio Dowbley (La Plata, Argentina), Antonio Mena (San Salvador, El Salvador), Ángel Cañas (Madrid), Isabel Alonso (León), Jean Claude Cubino (Francia) y Lucía Marcos-Sánches Manrique (Lima. Perú).

En las paredes del Museo de León estará la obra de Barry Rosentalh, neoyorkino referente en el mundo de la fotografía que inspira su obra en la basura común, la que se tira a los contenedores. Y los trozos de árboles quemados de Mario Lolin, con los que trabaja para concienciar «de que nos estamos cargando el Planeta».

«El arte sostenible explora las diferentes problemáticas económicas, sociales, medioambientales y políticas manteniendo siempre como punto de partida la filosofía del desarrollo sostenible, desplazando los discursos frívolos para centrarse en las cuestiones que más preocupan al ser humano del siglo XXI. Aglutina muchos de los aspectos que definen el arte medioambiental, pero haciendo prioritarios los fundamentos de la ecología, la justicia social y la no violencia». Todas las obras que se exponen en León están marcadas por su impacto y recepción en relación con su medio social, económico, biofísico, histórico y cultural. «de ahí que el arte sostenible se vea como un proceso inspirado por un nuevo paradigma que tiende a orientar los sistemas económicos, sociales y productivos, mediante cambios en los valores, los concepciones científicas y las actitudes de las personas».

El precio de las obras va de los 400 a los 20.000 euros.

'Espuma del mar', instalación del salvadoreño Antonio Mena, ayer durante su montaje. RAMIRO