Te la presto

Atendieron los tertuliantes el ruego del profesor para sugerir intercambios de esculturas y bronces sembrados por aquí cuando esta ciudad (como toda la de esta Nación Rotonda) quería lucir de nueva rica y modelnilla; se trata de evitar que queden absurdamente condenados al mismo emplazamiento. Mover mobiliario, ese era el ruego, moverlo de aquí para allá o intercambiarlo con el de otras ciudades, lo que a todos conviene... y fue Octavito (cómo no) el primero en leer sus deberes:

Propone que el bronce «Divorciado con niño» de la plaza de la Catedral se instale junto a los juzgados como homenaje a la conquista de la custodia compartida (es evidente que el rapaz de ese conjunto escultórico muestra ganas infinitas de zafarse)... y por lo mismo, la familia cazurra de latón tetrabrik que plantaron en Burgo Nuevo quedaría pintiparada en la rotonda de la estación del tren (ese paisano y paisana con guaje que parecen fósiles forroñosos de alguna postguerra son el símbolo del perdedor, llevan años en la calle sin arreglarse su situación y ya sólo les queda emigrar, piden maleta)... y sugirió además que lleven a Gaudí seis meses al año a Astorga para que el palacio episcopal que allí proyectó no quede huérfano de su mirada, mientras que aquí le guardará el sitio en Botines la estatua de Guzmán, pero a ras de suelo, como si hubiera bajado de su atalaya tarifeña para apiolar personalmente al moro que supone camuflado entre los andalusíes de Unicaja que arramplaron con la entidad leonesa del ahorro tieso.

A Villafañe le irritan las moscas avisporras de los muros de la vieja Cárcel y cree que en ningún otro lugar lucirían mejor que en la fachada de cristal oscuro del edificio de la Junta de Castilla y León; la razón es incontestable: ahí es donde está la miel. Y el quechua Joserra apuntó a la Negrilla de la plaza de Santo Domingo, que le parece símbolo de la derrota perpetua leonesa pidiendo limosna; quiere mandarla a pedir a la puerta de San Isidoro o a Oviedo y que manden de allí a su célebre Culona rotunda y voluptuosa, a ver si así cambiamos el signo... y de sino.