Más cenas

Podemos ganar... ganaremos Ciudadanos... Socialistas palmaremos... ¿y Populares?... a volar.

Estos son los cuatro lemas verdaderos de la campaña electoral que ya se nos tumbó encima como la Gocha de Jericó, porque los lemas oficiales, reconózcase, son de risa.

Lo dicen los sondeos electorales: Rajoy puede ganarle un pico a la cosa... Rivera gana un pelín, pero en diputados se planta... Sánchez va a dejar un montón de pelo en la gatera... y Pabliglesias/Garzón se prometen un festín y «sha salen de salida como subcampeones, ete ¿viste, pibe?»... no, esas cosas las ve mi papá, dijo Messi.

Pero a la postre, nadie ganará de veras. En esto coinciden todos los sondeos y los partidos, así que volverán a necesitarse los mismos pactos que fracasaron meses atrás. Repetimos. Por más cálculos que se hagan con los sondeos, las cuentas no salen. Como se necesitarán de nuevo los mismos pactos, lógico que el muro de lo imposible siga ahí. Y como esta clase política ha de mostrar al menos cierta coherencia con lo que dijo en sus sagradas líneas rojas, esperamos que no tenga ahora la desfachatez de llegar a acuerdo alguno, pues si lo hace, media España podrá cagarse en su estampa por no hacerlo a la primera, dejando al país en vilo seis meses a lo bobo y encabronándole con sus insidias y matracas.

Por eso me aposté una cena con Castro a que que habrá unas terceras elecciones. La terquedad ibérica y el sostenella nacional han de lucirse aquí más que nunca, porque si no, esto no será España. Y lo somos, mal que pese, así que estoy dispuesto a apostarme más cenas; abro ventanilla (sin pasarse, o no podré con tanto por el papo).

No pasará nada por unas terceras elecciones. Ninguno de los males que auguraron por hacer unas segundas se cumplió. El país rula por inercia.

¿Y los lemas?... socialistas: «Un sí por el cambio» (¿cambio de sillas?)... populares: «Ahora más que nunca» (¿ahora pillamos, recortamos, reincidimos más que nunca?)... ciudadanos: «El cambio a mejor» (¿es que se puede a peor?)... y podemistas: «La sonrisa de un país» (no tengo palabras).