La centenaria que quiere montar en globo aerostático

carmen Tapia | texto

ramiro | fotógrafo

«Los años me los guardo en el bolso de la chaqueta». Flora Puente es de Quintana de Rueda y tiene 104 años, eso no lo puede borrar de su historia de vida, pero ha decidido apartar todo lo negativo. Es una mujer sencilla, como los más de 200 centenarios de la provincia de León. Trabajadora y sencilla. Es un retrato perfecto para reflejar la imagen de los que pese a vivir en tiempos de escasez, en los años en los que todavía no había crisis, decidió echarse para adelante, trabajar y ayudar a los suyos. «Trabajé en el campo. Éramos labradores. Se segaba con guadaña. Iba al campo a llevar la comida a mi marido y cuando llegaba me tenían preparada la tarea para amontonar gavillas». En la cazuela había «sopas de ajos y torrezno del bueno».

Hace menos de un mes estuvo a punto de cumplir uno de sus sueños: subir en globo aerostático. El viaje, organizado por el Ayuntamiento de León, se suspendió porque las condiciones climatológicas lo impidieron. «Espero que vuelvan a repetirlo porque tengo muchas ganas de montar en globo».

A Flora le llaman Florita . «Si no me echo novio es porque no quiero». Y es que a Flora no le falta la ilusión y la alegría de una adolescente. Va todas las semanas a la peluquería, no quiere vestirse con colores oscuros. «Si alguna vez tengo que vestir luto me pondré el blanco», asegura.

«¿Por qué voy a estar seria?», dice con una sonrisa en su cara. «Me casé con el mejor marido, muy bueno. Nunca se enfadaba. Cuando veía que alguien discutía les decía que se dijeran lo que tuvieran que decirse pero sin discutir. Me quedé viuda hace 12 años. Lo sentí mucho, pero he sido feliz. ¿El secreto?. La amistad. He tenido muy buenas amigas. Ahora la amistad no es como antes». Y Flora no es la única que tiene ese recuerdo. La amistad parece no cotizar en el tablero de la competitividad.

Flora no recuerda haber estado mala nunca. «Una vez cogí una pulmonía y otra me rompí una pierna limpiando los cristales, pero ya me curé».

No tiene miedo. «Quiero subir en globo para ver cómo se ve todo desde arriba» asegura y lo quiere hacer rápido. «Ahora se me olvidan algunas cosas»