CORNADA DE LOBO
Piqué, picaron
Me está empezando a admirar la habilidad mental y las calidades del jugador Piqué, sabiendo que le suben sin cesar a la caseta de la feria mediática donde nada cuesta la pedrada al monigote y vale dos perrinas el tiro a su pirulí (del que es única dueña Shakira, a la que le pusieron en el campo del Español aquella infamante pancarta que decía «Piqué, Shakira es de todos»).
Sabe Piqué que el vocinglero de grada concentra en él todo el anticatalanismo que flota en el aire, pero también sabe regatear su papel de chivo expiatorio sin callarse en la pelea; o sea, que también él da juego... al modorro, especialmente, sabiendo que al final le driblará con suma facilidad. Porque el tío es muy listo. Pregúntenle a Zukerberg, el emperador de Facebook, que ya le tiene como amigo y le invita a cenar para que le cuente inquietudes o iniciativas empersariales porque se fía de él. Si su Barsa «es más que un club», Piqué es más que un jugador, mucho más... y ni rehuye los compromisos políticos que a todo ciudadano le caben. Son raros los futbolistas que pueden ser además expertos en otras profesiones o empresas.
Lo que más cabrea al encefalograma penibético es que Piqué haya conquistado el corazón y el deseo de una de las cantantes más icónicas y ricas del planeta que acabó encandilada con él dándole dos rapaces que tienen ya pintas de mediapunta y lateral.
A esta ciudad le cabe el dudoso honor de haber sido la primera en silbar al jugador catalán alineado con la selección nacional; después vino Oviedo, Logroño... y nació la moda del desagravio nacionalero contra el nacionalista.
Y la última escandalera se la montaron el martes porque hubo quien aseguró que hizo una peineta al sonar el himno de España. Más madera. Días antes llevó a su hijo Milan al campo vestido de españolito y ni siquiera con ese detalle le absuelven. Su peineta parece involuntaria, pero si fue aposta, al catalán cabe añadirle gran capacidad de sutileza; y vista la tormenta que a continuación descargó rayos en la redes, bien imagino un tuit de Puigdemont: Tranquilo, Piqué, picaron.