Las lágrimas de San Lorenzo vuelven más visibles que nunca
Efe | madrid
Lluvias de estrellas hay varias durante el año pero la más famosa es la de las perseidas, por suceder en pleno mes de agosto y por producir un gran número de meteoros brillantes.
Las condiciones astronómicas este año «sin ser las mejores, no están mal», explica Francisco Colomer, astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional, quien detalla que, si bien perseidas hay todo el mes, los mejores días para observarlas son del 11 al 13 de agosto, a partir de la una de la madrugada.
Según los cálculos del Instituto de Astrofísica de Andalucía, las perseidas podrían alcanzar este año los quinientos meteoros por hora, frante a los cien por hora que normalmente odrencen las perseidas. Además de la meteorología adversa, uno de los problemas para observarlas es la luna llena, que ilumina el cielo de fondo e impide la visión correcta de las estrellas fugaces. Este agosto la luna llena se prevé para el día 18.
Las lluvias de estrellas se producen cuando la traza de partículas de polvo y rocas que dejan los cometas en su órbita alrededor del Sol entran en la atmósfera de la Tierra y se volatilizan produciendo un efecto luminoso: los meteoros. Cada año por estas fechas nuestro planeta cruza la órbita del cometa Swift-Tuttle.
Para ver las perseidas hay que buscar un sitio oscuro, lejos de la contaminación lumínica. «Lo más fácil es observar una lluvia de estrellas. Hay que buscar un sitio alejado de la luz de las ciudades, tumbarse y dejar que los ojos se acostumbren a la oscuridad, y disfrutar», asegura Colomer.