Cerrar
Publicado por
CORNADA DE LOBO pEDRO TRAPIELLO
León

Creado:

Actualizado:

S i las vacaciones son para descansar, ¿a qué viene tanto cansarte, ir de acá para allá, subir, bajar, conducir, fatigarte de fiesta, estirar la noche... y además pagando un riñón por ello?... cansa la vacación; y en agosto el doble por escopetada, te pides todo viendo encima la galera de septiembre y te agotas llevando ganas a pillar chascos, siempre en tu lema «bebeu y folleu, que’l mon s’acaba ».

Calma, túmbate y lee... recuerda que «cuerpo descansado dinero vale».

Sócrates no irá este año a sus quince pasos magrebíes porque al biólogo con quien suele ir a contar alcaravanes en el Atlas le han contratado este año en Finlandia para medir migraciones que jamás se habían visto en aquel círculo polar ahora más desnudo de hielo y con nuevas despensas para las aves (dice ese biólogo que «los osos que salen, por los gansos que entran»... cambia el clima y la vida se adapta, unos pierden, pero otros ganan... de esa regla de tres procedemos todos).

Sócrates duda y aún no ha decidido qué hará en septiembre, mes en el que pone patas a su mochila. Si no hay torra marroquí que le ablande el asma, habrá que engordarlo tirando al norte cantábrico, dice, a su pescar furagañas (lubina menuda) en playas y pedreros donde entran precisamente en esta época... o entraban, que en estos mares no hubo que esperar mucho al cambio climático para ver esquilmada su riqueza de antaño... ¿dónde están mis chopas, mis julias, aquellas maragotas y los tiñosos para la caldereta?... hablando del mar, a Sócrates ya no le entra nada a la caña y a la charla, sólo pican melancolías y furias.

Decidido... irá a Lastres (no es lo que era) donde se clavó a los quince y no le pesa la rutina de años, al contrario, allí tiene sus pasos bien sabidos: mañanita en el pedrero La Griega, después a fisgar la rula del pescado, hotelito sobre el puerto, siesta hipnótica de olas con sordina, atardecer en la ermita con sidra y parrochas... y si el día se amoruga, Sócrates aplaude la tregua y se dedicará a leer mucho, escribir algo y dibujar un poco aplicando su ley para esos días, «Dulce y galbana»... es decir, «arroz con leche y pereza instruída».

Cargando contenidos...