Diario de León

Francia se queda al toro

«La fiesta nacional corre el riesgo de dejar de serlo si los implicados no se involucran en su defensa». El presidente del Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas de Francia da las claves sobre la campaña de defensa del toro que se ha desarrollado en el país galo en los últimos diez años.

Manuel Carlos Cachafeiro. RAMIRO

Manuel Carlos Cachafeiro. RAMIRO

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cristina fanjul | león

La última polémica surgida en las redes sociales tras la muerte del torero Víctor Barrio ha vuelto a poner en el foco las tensiones que suscita la fiesta nacional. Detractores y defensores del toreo libran una batalla que en Francia comenzó a principios de la década. El presidente del Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas de Francia, el escritor André Viard, destaca que en Francia los amantes del toro comenzaron a atisbar el problema diez años atrás. «Para evitarlo, pusimos en marcha el Observatorio, con el objetivo de defender nuestra libertad cultural. Para lograrlo, hemos desarrollado herramientas que nos permitan difundir un mensaje que desactive el de los animalistas», destaca Viard, que concreta que el organismo francés asesora desde hace un tiempo a la recién creada en España Fundación del Toro de Lidia. La institución francesa presta ayuda a la española en varios frentes. Para empezar, en la defensa jurídica. «Una de las claves para detener los ataques de los animalistas es acudir a los tribunales», sostiene Viard, que destaca que en Francia han conseguido detener casi de manera absoluta el «vandalismo» generado por los movimientos antitaurinos. «A mi me intentaron quemar dentro de mi casa, con mi familia dentro», lamenta el escritor. La segunda pata con la que el Observatorio se enfrenta a las asociaciones que tratan de acabar con la fiesta es el trabajo a nivel institucional. «Ejercemos acciones de lobbying institucional, manteniendo un contacto permanente con la finalidad de mantener la neutralidad política con esta manifestación cultural», destaca André Viard. Y es que el aficionado francés subraya que este tema es particularmente delicado en España. «En su país, el tema se ha complicado porque se ha convertido en un vector electoral importante. De ahí viene la prohibición catalana y todo el caldo de cultivo de otras comunidades», reflexiona el autor galo, que asegura que, sin embargo, las últimas elecciones han demostrado que la prohibición no renta. «Errejón, por ejemplo, ya ha manifestado que no es necesario prohibir porque la fiesta nacional desaparecerá con el tiempo», subraya.

André Viard, presidente del Observatorio Francés de las Culturas taurinas. DL

El tercer eje en el que el Observatorio francés de las Culturas taurinas basa su estrategia de defensa es acercarse a la opinión pública y, sobre todo, a las nuevas generaciones. «El relato actual presenta la fiesta como algo cruel y nuestro objetivo es imponer otro relato fundacional del que se desprenda el carácter cultural del mundo del toro», precisa. Para lograrlo, el organismo francés ha producido una exposición y un documental titulados Las tauromaquias universales. La muestra, que ya ha recorrido decenas de ciudades españolas y francesas, pretende mostrar la relación entre el hombre y el toro en el Mediterráneo desde el primer testimonio pictórico —hace unos 23.000 años— hasta la actualidad. A través de 84 paneles y un vídeo, repasa de forma cronológica la evolución de las distintas tauromaquias, tratando de ensalzar sus valores éticos, estéticos e históricos. Asimismo, el documental ha sido emitido por diversos canales, como Canal Plus.

En Francia hay en la actualidad unas 80 plazas en las que la fiesta finaliza con la muerte del astado. «Seguimos vivos», se felicita André Viard.

Manuel Carlos Cachafeiro. DL

Respeto

En la misma línea se pronuncia el periodista, artista y crítico taurino Manuel Carlos Cachafeiro. El periodista de Diario de León, cuya actividad es más conocida y valorada en Francia que en España, destaca que en el sur de Francia, desde Bayona a Nimes, hay siete plazas de primera categoría y muchas ferias en ciudades y pequeños pueblos. «La primera diferencia que yo vislumbro entre España y Francia es que los españoles no nos queremos. Ojo. Yo tengo el máximo respeto para todos aquellos a quienes no les gusten los toros, pero la tauromaquia es algo más que los festejos en la plaza. Es una identidad de España», defiende.

Cachafeiro considera que el último «esperpento» ha sido el interés de convertir a Goya en antitaurino en una exposición realizada en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Manuel Carlos Cachafeiro subraya asimismo la influencia de España en zonas como Toulouse, lugar de acogida a tantos españoles tras la guerra. «Francia ama la cultura española sin etiquetas. Eduardo Arroyo hizo el cartel de Vic Fezensac hace 25 años y hasta el último minuto trataron de lograr que Picasso fuera ciudadano francés», precisa el escritor y periodista.

Otra de las diferencias que Cachafeiro desvela es que en Francia son las asociaciones de aficionados quienes organizan los festejos. «Eso aporta la garantía de la integridad, algo cuestionado en el propio toro en España, donde el monocolor de las ganaderías es evidente», critica. Por último, el artista precisa que en la organización gala todo está perfecto. «No hay tantas barreras como en España. Se pueden ver los toros, la gente se conoce»...

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