La Hilton en burkini

Si la adorable pija Paris Hilton se bañara en Ibiza envuelta en gasas como una momia, al día siguiente sería trendingtópic y tendencia global de moda-baño sin que nadie se atreviera a replicarle la mamarrachada.

Si la Madonna o Lady Gaga entran a bañarse al mar vestidas de monjas de clausura con la cara totalmente velada, ¿quién osará sacar alguna ley, el talonario de multas o la lengua?

A principios del siglo XX las aristócratas europeas se bañaban en la playa de Biarritz enteramente vestidas hasta el tobillo y llevaban incluso volantes sus trajes para evitar lo ceñido. Eso era lo decente. Los curas daban gracias a Dios por ello y los condes se resignaban a seguir siendo expertos en desnudar con la mirada cuando no les valiera el derecho de pernada.

Con su gorro bien ceñido y totalmente ocultas bajo traje de neopreno, nuestras modernas y macizas mozas surfistas parecen exactamente moras con burkini y, sin embargo, nadie se inquieta y ningún guardia intentaría echarlas de la playa... ¿se incomoda alguien ante esos cuerpos enmascarados?

Cojean las razones de seguridad e higiene invocadas para prohibir el baño con estas prendas en tantas playas francesas. Digan mejor que lo ven como una insolencia islámica que inquieta o aterra y que no están dispuestos a consentir la arrogancia de un credo que asesina. Esa es la única razón.

Pero la dictadura del pudor no es solo mahometana. Aquí podemos dar lecciones de lo que es multar por deshonestidad o escándalo público cuando hace unas décadas meterse mano en un cine te llevaba a comisaría.

¿Es más libre Occidente por poner a la mujer en el escaparate y no dentro?, ¿se sienten sus mujeres mejor de ofrecidas o a la venta porque se lo dicta la sociedad y el consumo?, se pregunta una musulmana de Medina de Rioseco que ruega por su derecho a vestirse como le dé la gana, tapándose o no, igual que lo hacen hasta el esperpento o enseñando el potorro las mujeres occidentales por el fuero o por el huevo.

¿Y qué dictadura será peor, la que ordena «tápate» o la que decreta «ponte guapa» y, si no, ahí te pudras?...