El parkour salta a las calles de León
Crece en León la pasión por el parkour, una disciplina que consiste en saltar para salvar los obstáculos urbanos. Seis jóvenes de León, el grupo ‘Stay-strong’, promueve el arte de desplazarse con saltos armónicos. Otra treintena se prepara para ‘volar’ por las calles.
carmen Tapia | león
La potencia corporal y el control mental son las dos cualidades imprescindibles para practicar parkour, una disciplina que salta a las calles de León y crece en traceurs (practicantes). Saltar de forma armónica para salvar los obstáculos urbanos y desplazarse por la ciudad de una manera eficiente. Más que saltar, las personas que practican estos ejercicios vuelan por la ciudad. El miedo es el primer expulsado de estos grupos que promueven el compañerismo y la eliminación de la competición en sus piruetas. Para ser un buen traceur es imprescindible la fuerza física y la confianza.
Diez años después de que el parkour traspasara la frontera francesa para extenderse por España, un grupo de seis jóvenes de León, los Stay-Strong, impulsa en la ciudad una práctica que sortea los estorbos que se levantan en el camino. No hay pared que se les resista. Pero como todos los deportes necesita preparación.
«Es un gesto creativo en el que utilizas tu cuerpo para desarrollarte. Nunca hay que dar un salto si no se está seguro de poder ejecutarlo», asegura José Luis López Moreina, un joven de 23 años veterano en esta práctica deportiva en León. El grupo organiza talleres a los que asisten ya una treintena de adolescentes entre los 17 y los 18 años. Los nuevos practicantes realizan rutinas de progresión de ejercicios para desarrollar habilidades. Precisión, seguridad «y saltar con todo el cuerpo con la máxima fuerza para llegar al otro extremo con los pies. La filosofía básica es ir de un punto A a un punto B de un salto sin hacerse daño. «Aquí desaparece el factor competitivo, lo que prima es el factor cooperativo».
«Vamos por todo León, preparamos rutas públicas que elegimos en lugares donde la gente no se sorprenda». Por que por muy deportiva que sea la disciplina, la normativa municipal no permite su práctica. «La gente no entiende este deporte. Algunos vecinos nos tiran patatas y agua hirviendo. La policía es más comprensiva y sólo nos advierten de que no podemos practicarlo en la vía pública». Los traceurs de León piden comprensión. «Si me dices que me vaya me voy. No molestamos a las personas y no faltamos al respeto a nadie».
Pablo del Barrio practica parkour desde hace seis años. «Empecé porque dejé el balonmano. Me fui aficionando y me noté cada vez más libre».
Los traceur no buscan ganar masa muscular, «sólo nos interesa ganar fuerza. Tener fuerza corporal».
Aaron Manceñido salta desde hace tres años. «Me aporta libertad, bienestar físico y estar con los amigos». El ejercicio aporta flexibilidad y actitud frente al trabajo.
David Martínez tiene 23 años y nueve de práctica. «Vamos adaptando nuestra manera de entrenar a cómo nos encontramos físicamente».
Salto en uno de los obstáculos cerca del Puente de los Leones. F. OTERO PERANDONES