Retorno de la diáspora científica con premio
La Sociedad Española de Microbiología otorga al leonés Avelino Álvarez Ordóñez el premio especial del grupo de Microbiología de los Alimentos para investigadores jóvenes. El científico investiga y da clase en la ULE tras 6 años en Irlanda.
ana gaitero | león
De científico emigrante a docente e investigador en la Universidad de León. Avelino Álvarez Ordóñez marchó a Irlanda hace seis años con el aliciente de iniciar su carrera de investigador en la Universidad de Cork gracias a una beca Starting Grant de la Fundación Irlandesa para la Ciencia. En febrero regresó a España y ahora es profesor ayudante doctor del Departamento de Higiene y Tecnología de los Alimentos de la ULE, donde continúa su carrera como científico.
La trayectoria de este joven, licenciado en Veterinaria (2004), doctor por la Universidad de León (2009), investigador en Irlanda y experto externo de varios grupos de trabajo del panel sobre riesgos biológicos (Biohaz) de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, donde participa en la elaboración de opiniones científicas, es reconocida hoy el XX Congreso Nacional de Microbiología de los Alimentos que se desarrolla en la Colegiata de San Isidoro, organizado por la Sociedad Española de Microbiología Alimentaria.
A los pocos meses de retornar de la diáspora científica recibe en su país el reconocimiento que se concede a investigadores de menos de 40 años por su trayectoria. Avelino Álvarez Ordóñez comenzó su andadura profesional en 2005 como investigador predoctoral en León y realizó su tesis doctoral sobre la respuesta a condiciones de estrés y a tratamientos de conservación de alimentos de Salmonella spp.
Ha participado en proyectos de investigación con financiación española (Junta de Castilla y León, Ineco e Inia) e internacional, en particular del séptimo programa marco de la Unión Europea, Ministerio de Agricultura de Irlanda, Science Foundation Ireland y Enterprise Ireland.
seguridad en la cadena
La seguridad alimentaria y el desarrollo de tecnología para garantizarla en toda la cadena es el fin último de estas investigaciones de base molecular y de escala microbiana. En la Universidad de Cork y en el Instituto de Investigación Alimentaria Teagasc de Irlanda se especializó en este ámbito de la Microbiología y la Tecnología de los Alimentos.
«Mis principales intereses son el desarrollo de estrategias de control de patógenos transmitidos por los alimentos y de las respuestas bacterianas a condiciones de estrés», explica. Su objetivo primordial es «explotar los conocimientos sobre fisiología microbiana para garantizar el control de patógenos transmitidos por los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria», añade.
Los estudios en los que participa se centran en diversos microorganismos patógenos de importancia sanitaria como son la Salmonella Typhimurium , Salmonella Enteritidis , Escherichia coli , Cronobacter sakazakii y Listeria monocytogenes. Elucidar las bases moleculares y genéticas de su respuesta a condiciones de estrés ambiental y tratamientos tecnológicos de conservación de los alimentos es el interés primordial de estas investigaciones.
Álvarez Ordóñez también ha participado en proyectos centrados en analizar la actividad antimicrobiana de extractos vegetales naturales, péptidos de origen lácteo y bacteriocinas y otros agentes de origen microbiano «con el objetivo de desarrollar estrategias innovadoras para el control de biofilms de especies patógenas y alterantes».
La Fundación del BBVA apoya esta línea de investigación con una reciente financiación a su proyecto sobre el impacto que la exposición de microorganismos de interés alimentario a biocidas, condiciones de estrés ambiental y tecnologías de procesado de alimentos tiene sobre la adquisición de resistencia a antibióticos.
llegar a la industria
Granjas, mataderos e industrias de procesado de alimentos son tanto destinatarios de las investigaciones que realizan a nivel molecular como puntos de recogida para obtener muestras ambientales, necesarias para analizar la asociación entre la resistencia a biocidas y resistencia a antibióticos mediante estudios metagenómicos de última generación.
Lo que hacen en el laboratorio tiene repercusiones en la industria agroalimentaria. «Aunque las investigaciones que realizamos se centran en aspectos moleculares de la fisiología y ecología de microorganismos de transmisión alimentaria, aparentemente muy alejados de los intereses y preocupaciones de las industrias agroalimentarias, nuestro objetivo es tratar de obtener soluciones y estrategias de control que puedan ser utilizadas a nivel industrial», explica.
En las investigaciones colaboran con mataderos e industrias de transformación y procesado de alimentos, que también tienen una significativa relevancia en la provincia de León.
La resistencia a agentes de desinfección, tema sobre el que versará la conferencia que pronuncia hoy al mediodía como broche del XX Congreso Nacional de Microbiología de los Alimentos, es una de las líneas de investigación en la que centran sus esfuerzos actualmente.
«La resistencia a biocidas y agentes de desinfección de equipos y superficies en la industria agroalimentaria puede favorecer la persistencia microbiana (colonización y supervivencia durante largos periodos de tiempo) en ambientes de procesado de alimentos», apunta Álvarez Ordóñez. Para el investigador, son «preocupantes» los indicios obtenidos en ensayos in vitro a nivel de laboratorio que revelan que «la exposición microbiana a biocidas puede seleccionar microorganismos resistentes a antibióticos de importancia clínica que podrían ser transmitidos en la cadena alimentaria». Una mesa redonda con expertos en este terreno aborda esta mañana los nuevos desafíos microbiológicos de interés para la industria agroalimentaria.
Sobre las dos personas mayores fallecidas en Ponferrada a consecuencia del brote de salmonella detectado en la residencia de Flores del Sil, señala que «es importante tener en cuenta que el riesgo cero no existe». Se trata, matiza, de población de riesgo pues los ancianos tienen «un sistema inmunitario debilitado y que son más susceptibles a cualquier tipo de infección». Avelino Álvarez subraya que es «importante que confiemos en los sistemas de vigilancia epidemiológica que permiten evitar muchos de los riesgos a los que nos enfrentamos día a día».
panorama ‘grave’ y alicientes
En un país donde el panorama de la investigación se mantiene «estable dentro de la gravedad», en opinión del joven leonés, salir al extranjero ha sido la oportunidad para adentrarse en el mundo científico. Si retornar en condiciones aceptables es un premio para esta generación de la diáspora científica, el bagaje que traen en su mochila se convierte en un valor añadido para la investigación en lugares como León.