Todo se llena de color

Pacho Rodríguez | madrid

Daba en el blanco roto con tanta puntería, aunque nunca ha sido sólo eso, que puesta a elegir colores se ha quedado con todo el arco iris. Acostumbrados a que María Lafuente materializara reflexiones, evoluciones o compromisos, ahora, así fue ayer, rompe la banca de la paleta y todo es de color, como la canción. Y por casualidad. O súpercasualidad. Así presentó ayer su Serendipia, nombre de la colección de verano 2017 que plantó ayer en el OFF de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, y que dejó en el aire del corazón financiero de la capital la sensación de que estaremos sin Gobierno, quién sabe si dentro de diez meses también, pero el verano que no se ha ido volverá. Y será a todo color.

La casualidad superior es llegar al desfile de María Lafuente y ver que el hotel Eurobuilding, lugar de celebración del evento, bien pasadas las 21.30 de un lunes, respira el aire de una fiesta. La música previa, y luego la de Dalmau para el pase, lo anuncia. Y el vino de después lo confirmará. Entre medias, seres a veces de este mundo, y otros, no tanto, que bajaban desde el ascensor del hotel a la pasarela, y que portan la nueva propuesta de la asturleonesa Lafuente.

Recurriendo a los clásicos (de la moda) lo que se ve es una riqueza explosiva de texturas, formas...

Más, a saber, en alguna fase del desfile: «Intensas influencias latinas, plasmadas en estampados geome?tricos, construyen vestidos rectos y la?piz...». Y es también, en esa forma de decir, que «hay complementos reciclados de neuma?ticos de Isa Sendra, bolsos chic y muy urbanos que componen una coleccio?n sorprendente y atrevida». También la constante presencia de la pintura del artista Alberto Rodríguez. Y sí, al fondo se ven neumáticos.

Como siempre, tanto los habituales como los nuevos seguidores, que hasta tuvieron que hacer una buena cola para entrar, recibieron con entusiasmo lo que presentó la diseñadora. Y, de alguna forma, compusieron la otra pasarela en la que sean o no gente del gremio, eso sí, todos muy maqueados.

Porque en esto de la moda hay algo de ceremonia que consiste en degustar en unos veinte minutos el trabajo de meses, que hace suponer un poco de cintura crítica para que la sorpresa no decepcione por inesperada o la continuidad no se confunda con rutina. Ahí es donde se la juega Lafuente en cada comparecencia pública y en las que se agradece el recurso a las palabras.

Las palabras de Lafuente son las de quien confirma que no crea encerrada en una jaula de cristal sino en el día a día. Porque casi pide que cuando uno vea sus vestidos, trajes y demás, piense en que en ellos está «el arte, la arquitectura, la naturaleza, los viajes, los amigos, las culturas, los imprevistos e incluso las cosas ma?s sencillas y esenciales, y por supuesto el trabajo», afirma.

Al margen de abstracciones, como broche, se pudo conocer el nuevo uniforme disen?ado por Mari?a Lafuente para Sumilleres de Leo?n, que sirvieron vinos de Bodega Palomares. Su mensaje de compromiso estuvo dedicado a la libertad de expresión. Y después, más fiesta a todo color en un local de Madrid. Quién dijo lunes.