A sangre
M erece una paradita ese pisotón que le dio el blaugrana Suárez al atlético madrileño Filipe Luis, quien colgó en la red la foto de su pie con herida en medio, como de bala, con su hilito de sangre (en otro tiempo hubiera colado por estigma de la crucifixión)... es la herida que le hizo el taco de la bota del culé.
Hubo sangre. A la evidencia contestó después el uruguayo diciendo: «el fútbol es para hombres... y lo que pasa en el campo se queda en el campo. No me gusta que se cuelguen estas fotografías. Si cada vez que a alguien le pegan lo enseñara… Si todos colgamos fotos, esto será un circo ».
Para hombres.
¿Sigue siendo de nenas quejarse?
Valiente cretino el Señor de los Mordiscos. La burla y los guantazos le llueven en el tuiter. Los ganó a pulso.
Y como si fuera un calco volvió el chiste de aquel pisotón criminal que arreó una vez el cholo Simeone a Julen Guerrero. Poco después corrió la noticia de que el argentino ya podría jugar en la selección de Euskadi al haberse podido demostrar que tenía sangre vasca... ¡en la bota!... y ahora, por lo mismo, ya puede el uruguayo jugar en la selección de Brasil... sangre en sus tacos, Filipe Suárez .
El fútbol es para hombres... ¿y para el resto, el parchís?...
Nos han pirograbado en el cerebro desde sus orígenes que lo viril es la virtud de este deporte, justificando con ello la rudeza, la agresividad o la «patada de respeto », esa que dice Valdano ha de darse sin venir a cuento al iniciar el partido para que el contrario se entere de las «reglas» de campo, esas que van del «Luis Enrique, tu padre es Amunike » al «ayer me acosté con tu novia », esas que van desde tocar los huevos al defensa barrera hasta la entrada que tronza el peroné.
Virilidad. Lo malo es que en el fútbol femenino también se ve. Y lo peor es que la grada lo premia y lo exige. «Dios mío, ¡qué hostias damos! », decía una pintada de los ultrasur en el Bernabeu.
¿Y ese papá que acude a ver a su crío a un partido de fútbol escolar y le grita que entre a matar, a sangre, o le espera un regañón volviendo a casa?...