Diario de León

«La conciliación es un gran engaño»

Polémico, controvertido,. el pediatra Carlos González, negó ayer la conciliación familiar y laboral y defendió que sea la mujer la que se quede en casa cuidando de los hijos los tres primeros años de vida. «No es ideología machista, es un hecho demostrable»..

Más de quinientas personas abarrotaron el salón del Hostal de San Marcos. JESÚS Más de quinientas personas abarrotaron el salón del Hostal de San Marcos. JESÚS F. SALVADORES

Más de quinientas personas abarrotaron el salón del Hostal de San Marcos. JESÚS Más de quinientas personas abarrotaron el salón del Hostal de San Marcos. JESÚS F. SALVADORES

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carmen Tapia | león

«No se puede hacer magia. O trabajas o crías a tus hijos. Las dos cosas no pueden ser al mismo tiempo». El pediatra catalán Carlos González, defensor de la crianza natural y el apego, defendió ayer en León que la conciliación de la vida laboral y familiar es un «engaño» en «el que han caído las mujeres».

Polémico, controvertido y defensor de no escatimar a los niños abrazos, besos y caricias, González llenó ayer por la mañana el salón de actos del Colegio de Enfermería, organizador de las conferencias, y la sala del Hostal de San Marcos donde habló por la tarde de los afectos en la infancia. Defensor de que sea la mujer la que se quede en casa criando de los hijos los primeros tres años de vida—salvo raras excepciones—, sostiene que el padre es una «figura secundaria de apego» en esos primeros meses. «No es una ideología machista, es un hecho» que los bebés necesitan a sus madres. Da igual que tomen pecho o biberón, detrás de la conciliación no hay nada. No se puede compatibilizar. Si quieres ser de primera división no puedes hacerlo. O le pides a Messi que sea competitivo en el campo o que dirija una empresa, las dos cosas no pueden ser. Hay que elegir».

Hace 20 años decidió abandonar su carrera de pediatra en Atención Primaria para criar a sus hijos. «Los primeros años fueron para mi mujer y luego decidí que en lugar de cuidar los catarros de los demás bebés cuidaría de los de mis hijos», una apuesta que ha compatibilizado más tarde con la escritura de libros como Mi niño no come, Bésame mucho, Manual práctico de la lactancia materna, Un regalo para toda la vida, En defensa de las vacunas y Creciendo juntos.

«¿Qué culpa tienen los niños españoles de no haber nacido en Suecia?, se pregunta. «La legislación sueca considera que la baja maternal es un derecho que tiene el niño, no los padres». Para equilibrar las posibles desigualdades laborales se muestra partidario de una legislación igualitaria con bajas paternales obligatorias «pero sin quitarle ni un sólo día de disfrute a la madre. No es lo mismo para el niño estar con uno o con otro», asegura. «El error», dice, «es pensar que la realidad legislativa coincide con las necesidades de los niños. Le legislación que hay en España es un insulto». Recuerda que la OMS y Unicef recomiendan la lactancia materna durante dos años. «Es lo que yo recomiendo. Coger a los niños todo lo que reclamen y darles el pecho» y apuesta por poder ejercer ese derecho en el puesto de trabajo.

También cuestiona las vacaciones escolares. «Los tres meses de vacaciones de los niños no coinciden con los días de permiso que tienen los padres. ¿qué hacemos con los niños? ¿los dejamos solos en casa o por la calle?». En este caso la respuesta es el padre. «Aquí es donde la apuesta está en el padre para compensar los primeros años de dedicación de la madre».

Aunque los dos se han dedicado a los mismo: ayudar a las familias a calmar el llanto de los bebés, la filosofía de González es opuesta a la de Eduard Estivill. «Si el niño llora es por algo, hay que cogerlo en brazos y darle cariño. Ningún niño se vuelve tirano por eso». Las familias, desesperadas, prueban diferentes medios que faciliten calmar el llanto de los niños. «Si durante millones de años se ha hecho igual y estamos aquí es porque se habrá hecho bien».

«Sé que cuando crezcan no habrá prácticamente diferencia, pero lo importante es ese momento de la crianza y el hacerlo lo mejor para la salud y el bienestar del niño», insiste, para cuestionar los programas televisivos que asocian a los adolescentes tiranos con niños consentidos y sobreprotegidos. «No me gustan esos programas porque nunca te explican cómo son las condiciones sociales de las familias y más detalles que se necesitan saber para que un niño se convierta en un tirano, que son casos extremos y muy raros».

Su defensa de la crianza natural no le impide apostar las vacunas. «Lo dejé claro en un libro por si había alguna duda. Hay que vacunar a los niños».

El Colegio de Enfermería organiza hoy la misma conferencia en Ponferrada. El pediatra hablará de los afectos infantiles en el hotel Celuisma de 18.00 a 20.00 horas.

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