Sed de chapa

Todo lo que tenga de merecido un nombre propio para auparse al rótulo de una calle lo tiene también de injusto o de agravio clamoroso si se tiene en cuenta que existen no pocos nombres con igual mérito o más para llevarse esas galas de la vanidad mundana a la que izan no sólo a muertos insignes o dudosos, sino a vivos... demasiado vivos. Por este camino no se sale nunca del pleito.

Y el pleito vuelve a escena cada vez que hay que nombrar nuevas calles o rebautizar otras que okupaban gentes reprobables o hechos indignos. Ya conoce el lector las propuestas que vienen haciendo algunos para ocupar los treintaitantos rótulos callejeros que esperan inquilino en esta ciudad. Cada cual sugiere sus devociones, sus héroes particulares; los leonesistas han echado su instancia con un pelotón de reyes y consortes que no soportarían una mínima memoria histórica y los podemistas el necesario elenco de mujeres señeras en un callejero abusivamente masculinote, cosa que han contestado los socialistas diciendo que ya ellos formalizaron hace años una ristra de féminas para este fin y que aún aguardan su peana de chapa... y la indiferencia del pueblo que las ignora.

Antes, sin embargo, en buena parte de las ciudades y en todo pueblo no se subían gentes al callejero y se bautizaban con referencias comunes: calle de la fuente, de la iglesia, del vago, del molino, de la sierra, de las monjas, de la nogala, de las ánimas... Esto de la feria de las vanidades es reciente, aunque lo de robar y sepultar al dueño anterior del rótulo puede a veces mover a justa mofa, como aquí llamando avenida de Jose Antonio al que fue histórico Camino de la Raposa.

En Madrid se proponen cambiar la calle de Millán Astray por la de la Inteligencia. No es mala senda para rearmar moralmente a este emputecido y bronco país: calle del Entendimiento, de la Templanza, de la Fraternidad, de la Paciencia, de la Igualdad... ¿y nombrar una avenida de la Corrupción o de la Picota en la que ir escribiendo los nombres de los adornados por esta lacra en cada localidad?... porque la infamia también ha de recordarse.