SIN RASTRO DE LA FOSA
La nueva búsqueda de Lorca en Granada concluye sin éxito
El equipo investigador suspende los trabajos por el clima y analizará los materiales obtenidos por si merece la pena "reajustar" la investigación
Con el "ánimo bien alto" aunque cierta sensación de fracaso, el equipo investigador que busca la fosa donde que se ubican los cuerpos del maestro Dióscoro Galindo, los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas y el poeta Federico García Lorca ha concluido los trabajos de excavación en el Peñón del Colorado sin haber hallado de momento restos humanos. Los investigadores explican que la búsqueda se ha dado por terminada por motivos climatológicos, dado que el invierno y las lluvias complican cualquier actuación, y ante la necesidad de analizar las muestras tomadas para determinar si se continúa o no y si se hace en la parcela señalada o en alguna colindante.
Los trabajos se han prolongado durante casi un mes en el conocido como Peñón del Colorado, una zona a unos 400 metros de la localización indicada en 2009 por el hispanista Ian Gibson y que ya fue excavada en aquel entonces sin éxito. En este mes transcurrido, donde han contado con una excavadora cedida por la Junta de Andalucia, han podido comprobar como el sustrato de tierra donde estimaban que podían estar los pozos que sirvieron de fosas estaba más deteriorado de lo previsto, dado que los rellenos de tierra para la colocación de un campo de fútbol y de una pista de motocross a finales de los años 90 han complicado la búsqueda. Se ha llegado a siete metros por debajo del perfil de suelo actual, la cota que calculaban existió en el 36. Pero no han aparecido restos óseos. Tan solo restos cerámicos y de alguna bala del frente de guerra, como un fusil soviético o un arma corta usados habitualmente por el bando franquista para dar muerte a los republicanos.
Pero esos hallazgos no permiten dar pie a grandes alegrías, de ahí que los investigadores quieran esperar al análisis exhaustivo de las fotos aéreas y las muestras de tierra para comprobar si, por ejemplo, hay algún parámetro compatible con la descomposición de cuerpos humanos y, por tanto, "reajustar" la búsqueda. “Se ha llegado a un punto en el que tanto por el clima como por los resultados negativos toca analizar los materiales para determinar si no han estado allí o, si estuvieron, se los pudieron llevar a otro sitio, porque en arqueología nada es exacto, como las matemáticas”, señala una portavoz de la CNT, el sindicato que auspició los trabajos como familia simbólica de los banderilleros anarquistas junto a la asociación cultural Recuperando con Honor.
RESTOS TRASLADADOS
Y es que tras esta nueva excavación sin resultados resurgen con fuerza las teorías conspiratorias acerca de que los restos fueron sacados de la fosa y llevados a otro sitio para evitar que el paraje de Alfacar se convirtiera en lugar de peregrinación, como ocurrió en los años 70 con la internacionalización del asesinato del poeta.
No obstante, desde la CNT aseguran que seguirán en la búsqueda para evitar que los restos de Galadí o Arcollas “caigan en un segundo o tercer olvido”, resaltando que pese al foco mediático está puesto en los restos del poeta granadino, “Lorca sí tiene quien le busque, o no quiera hacerlo”, en alusión a la conocida negativa de los herederos del escritor. Asimismo, insisten en que si en una posterior fase encuentran restos humanos, “si no son los de los banderillos y son los de otras personas, daremos nuestro esfuerzo por igual de válido”.
En este sentido, explican que aún les quedan fondos de las donaciones y aportaciones privadas recibidas desde todo el mundo, desde particulares a entidades, para llevar a cabo esta excavación por lo que si la tarea de análisis de resultados da indicios para continuar, retomarán las labores la próxima primavera.
CAMBIO DE RUMBO
La búsqueda en el Peñón del Colorado se inició el pasado 19 de septiembre tras contar con el visto bueno de la Dirección General de la Memoria Histórica. El equipo encabezado por el historiador Miguel Caballero y el arqueólogo Javier Navarro centraron sus trabajos en un paraje a unos cuatrocientos metros del parque donde tradicionalmente se había situado la fosa del poeta granadino siguiendo las indicaciones de Manuel Castilla, Manolo el Comunista, uno de sus supuestos enterradores y que contó su versión a investigadores como Ian Gibson. Allí ya se buscó en 2009 sin éxito. Pero Caballero amparó sus estudios en las investigaciones emprendidas por el periodista Eduardo Molina Fajardo, miembro de la Falange y que en los años 60 recopiló testimonios de hasta 48 personas relacionadas con la detención o el fusilamiento del poeta. También contaba con un croquis elaborado por el mando militar en Granada en el 1936, el capitán José María Nestares. Su investigación le alejó del parque y le situó en un antiguo campo de instrucción de la Falange, convertido a finales de los años 80 en un campo de fútbol. Para Caballero, su tesis era la acertada ante el “aval” dado por la propia familia Lorca, que en el año 89 solicitaron la paralización del campo de fútbol alegando que “en esa zona estaba enterrado su hermano”.