Y Roa le usurpó la calle a Fernando de Castro
En 1959 el Ayuntamiento le quitó al filántropo la calle del Ensanche para dársela al político conservador La ciudad sólo le recuerda con una vía minúscula en el Área 17, junto a Espacio León .
Imagen de una de las salas de la Fundación Fernando de Castro en Madrid. RAQUEL P. VIECO
cristina fanjul | león
Corría el año 1959. En el pleno municipal presidido por José Martínez Llamazares, se discute cambiar el nombre de la calle Fernando de Castro y otorgarle el del político Roa de la Vega. fallecido un año antes. El teniente alcalde, Octavio Puente defiende la moción y asegura que Fernando de Castro fue un «hombre nefasto», que «negó de su fé y fue uno de los impulsores de la Institución Libre de Enseñanza».
El leonés Fernando de Castro es uno de los protagonistas de la historia de España. Nacido en Sahagún, dedicó su vida a la docencia y la pedagogía. Fue presbítero, doctor en teología, filósofo cristiano, catedrático de la Facultad de Filosofía, catedrático de Historia de la Universidad Central de Madrid y su rector desde 1868 hasta 1870. Entre sus títulos destacan el de vicerector del seminario de León, capellán de honor de la Reina, académico de la Historia, senador, Caballero de la Real Orden de Carlos III, fundador y presidente de varias instituciones, como las dedicadas a los pobres, a la abolición de la esclavitud y de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer.
En el año 2004, el departamento de Historia Contemporánea envía un escrito al Ayuntamiento en el que defendían la necesidad de «reparar el agravio cometido durante la dictadura franquista con uno de los más destacados leoneses de la época contemporánea y se reponga su nombre en una calle a la altura de Fernando de castro».
Tuvo que pasar casi medio siglo para que el promotor de la Institución Libre de Enseñanza recuperara una calle en la ciudad. Fue el 29 de noviembre de 2005 cuando el Ayuntamiento aprobó nombrar una de las vías del área 17 de León con el nombre del filántropo. No obstante, resulta curioso que una personalidad de la talla de Fernando de Castro, cuya fundación, en la calle Atocha de Madrid, ejemplifica su talla moral e intelectual, tenga una calle tan lejos del Ensanche.
Desde la premisa de que la transexualidad no es una enfermedad, el Departamento de Salud catalán ha puesto en marcha un nuevo modelo de atención sanitario «pionero en Europa», según la Generalitat, que elimina el diagnóstico psiquiátrico para poder acceder a los tratamientos de cambio de sexo. El consejero del ramo, Antoni Comín, destacó que el sistema público de salud es «para todos, y por ser igualitario debe ser sensible a la diversidad desde la perspectiva de los derechos de las personas». «La transexualidad es una condición». | efe