Diario de León

Ictus, la vida en vilo en tres horas

Ochocientos leoneses sufrirán un ictus este año. Los neurólogos insisten en que las tres primeras horas son claves para salvar la vida y reducir el daño cerebral. En el Día del Daño Cerebral Adquirido los pacientes cuentan sus experiencias..

El 60% de los usuarios de Aspaym padecen daño cerebral adquirido, una cifra que aumenta y afecta cada vez más a personas más jóvenes. RAMIRO

El 60% de los usuarios de Aspaym padecen daño cerebral adquirido, una cifra que aumenta y afecta cada vez más a personas más jóvenes. RAMIRO

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carmen tapia | león

«Sentí un dolor muy fuerte en la cabeza, sólo en un punto, en el lado derecho. Era una hemorragia cerebral». Fernando García tuvo un ictus hace diez años. Nunca antes había tenido dolor de cabeza. «Fui a urgencias. Me operaron, pero la operación no salió bien». Fernando repite su historia ayudado por su padre, que le acompaña a Aspaym a rehabilitación. Ahora, con 39 años, no recuerda lo más inmediato, pero podría dar clases de Biología, en lo que está licenciado. También recuerda su trabajo en el Aula del Río de Vegas del Condado. «Seguramente mañana no me acuerde de que he hablado contigo pero puedo darte una clases completa sobre cualquier asignatura de Biología». A Fernando le falla la memoria y el equilibrio, las dos secuelas más comunes que padecen las personas que han sufrido un ictus. En España se diagnostican 104.000 casos anuales y en la provincia de León alrededor de 800.

«La detección precoz es lo único que puede revertir los síntomas. Las tres primeras horas son cruciales porque se puede salvar una vida y reducir el daño cerebral», explica la neuróloga Teresa Bartolomé, que hoy ofrecerá una charla en Aspaym (calle San Juan de Sahagún, 25) a las 19.30 horas. La neuróloga hablará del código ictus, el protocolo sanitario que se activa ante un nuevo caso. «Siempre aconsejo que la persona que presencie un ictus lo primero que tiene que hacer es mirar la hora a la que empieza. Eso es fundamental, es como ser testigo de un crimen».

«El ictus afecta cada vez más a personas más jóvenes», explica la directora de Aspaym León, María Reyero. El perfil de usuario del centro ha cambiado en los últimos años. En el año de su inauguración la mayoría las personas que necesitaban servicios de fisioterapia y logopedia padecían lesiones medulares, «hoy en día, el 60% de nuestros usuarios padecen daño cerebral adquirido».

Domiciano García Estrada sufrió un ictus hace mes y medio. «Me sentí mal, sufrí un mareo y me caí. Estuve 17 horas en el suelo porque estaba solo. Cuando llegaron mis hijos llamaron a la ambulancia y me trasladaron al Hospital y después a la clínica San Francisco». El tiempo corrió en contra de Domiciano. Las 17 horas que pasó sin asistencia pudieron costarle la vida. Su recuperación hospitalaria fue lenta. «Estoy mejor. Antes no me sujetaba en la silla de ruedas y ahora estoy sentado estable, pero quiero tocar ya el final». Domiciano tiene 77 años. Fue profesor de Educación Física en el colegio Luis Vives. «Nunca he fumado ni bebido y llevaba una vida saludable», aunque el ictus le avisó meses antes sin que nadie identificara los síntomas. «Tuve problemas de equilibrio, pero nada más».

Una de cada tres personas que sufran un ictus morirá, mientras que de los supervivientes de la fase aguda, un 60% quedará con secuelas que les impedirán llevar a cabo sus tareas cotidianas, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). El ictus se ha convertido en la segunda causa de muerte en España, la primera entre las mujeres.

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que conducen la sangre al cerebro (también se le conoce como accidente cerebrovascular). La arteria o la vena que transporta la sangre se rompe.

A Paquita Pérez un ictus le sorprendió a los 38 años. Ahora tiene 68 y no puede hablar. Está en silla de ruedas y tiene afectados los dos lados del cuerpo. «Vino porque no mantenía la verticalidad. Hacemos un trabajo de tronco, equilibrio. movilidad y articulaciones».

La unidad de daño cerebral adquirido de Aspaym atiende a todas las personas afectadas por un daño cerebral producido por un ictus, tumores y patología afines. «La rehabilitación aumenta las posibilidades de una recuperación exitosa tras un daño cerebral», explica la directora. En el centro se atiende tanto a socios como particulares».

Los factores de riesgo son el tabaquismo, la vida sedentaria, el consumo de alcohol y drogas, colesterol alto, dieta rica en sal, hipertensión, diabetes, obesidad y enfermedades del corazón. La prevención es importante para reducir la incidencia. Uno de cada seis leoneses sufrirá un ictus en cualquier momento de su vida. Sin embargo, si se controlan los factores de riego se podrían evitar hasta el 80% de los casos.

La rehabilitación aumenta las posibilidades de una recuperación exitosa tras un daño cerebral. La Federación Española de Daño Cerebral Adquirido (Fedace) critica las desigualdades entre comunidades autónomas para rehabilitar a las personas que sufren este «drama». El presidente, Luciano Fernández, reivindica el derecho de los afectados a vivir con dignidad. «Las barreras para desenvolverse de forma independiente, el aislamiento social y la carga familiar son realidades que comienzan a vivirse con el alta hospitalaria», destaca el manifiesto que se distribuirá hoy con motivo del Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido. «Es necesario evitar la exclusión y aislamiento de las familias», sostiene el manifiesto en el que también se reclama «la complicidad de la sociedad».

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