El mundo, preparado para salvarse
Entra en vigor el Acuerdo de París para reducir los gases de efecto invernadero que se aprobó hace sólo once meses.
La polución en la capital de la India se dispara hasta niveles más de 20 veces superiores a lo perjudicial para la salud. RAJAB GUPTA
colpisa | parís
El mayor compromiso del mundo para intentar arreglar sus excesos contra el medio ambiente entra hoy en vigor. El Acuerdo de París se ha aprobado en un tiempo récord gracias al impulso de Estados Unidos y China —los mayores países contaminantes— a reducir los gases lanzados a la atmósfera y contener el aumento de la temperatura «muy por debajo de los dos grados» respecto a la era preindustrial y «de seguir esforzándose por limitar ese aumento a 1,5 grados», aunque muchos expertos dudan de que se pueda lograr. Son objetivos muy ambiciosos, dado el nivel actual de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los expertos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) estiman que es necesario reducir las emisiones entre 40% y 70% entre 2010 y 2050 para permanecer por debajo de los dos grados. «Si no comenzamos a adoptar medidas adicionales a partir de ahora, terminaremos llorando ante una tragedia humana evitable», declaró Erik Solheim, director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Unep), que publicó su informe anual sobre la acción climática global y presentó la agenda del COP22 que comenzará la semana próxima en Marrakech. Entre los principales países emisores, Rusia todavía no ha dado una indicación sobre la fecha de ratificación. En Australia y Japón el proceso ya está lanzado y en Europa, Polonia Bélgica, Italia y España todavía deben ratificarlo a nivel nacional. El Gobierno ha justificado que no puede aprobar este acuerdo estando en funciones. Tras dar el visto bueno en el Consejo de Ministros pasará al Congreso. «Es importante mantener la dinámica de París y no limitarse a congratularse por su mera entrada en vigor», advirtió Alden Meyer, experto de la organización norteamericana Union of Concerned Scientists.
Los negociadores todavía tienen trabajo por delante porque el texto acordado por consenso en París tiene muchas imprecisiones que deben quedar aclaradas. «La COP22 debe ser una conferencia de acción y puesta en práctica», señala Tosi Mpanu-Mpanu, portavoz del grupo de países menos desarrollados.