Personalidad para seducir a Madrid

pacho rodríguez| madrid

Albarín, Mencía, Prieto Picudo, Godello, El Bierzo, León... El secreto está en ser únicos. Y esa es la apuesta por la que pasa el éxito de los vinos de la provincia. En definitiva, personalidad y peculiaridad. Ese carácter fue lo más valorado en el quinto Salón de las Estrellas de los Vinos de la Guía Peñín, en plena Castellana de Madrid, número 200, en un edificio que en sus plantas 8 y 9 durante todo el día, se habló de los caldos más destacados que se elaboran en España. En este caso, los representantes de la provincia fueron hasta 25 vinos, agrupados en Bodegas Gordonzello, con siete vinos, y el grupo que forman Álvarez de Toledo, Viñedos de las Acacias y Vinos de Arganza, con los 18 restantes. En su conjunto, habría una idea común y con el resto de marcas aun no presentes: competir con los grandes nombres aportando calidad frente a cantidad, y especificidad frente a lo que podría ser una idea uniformada del vino que se hace en todo el territorio español. Sumado a la ventaja de la novedad (puesto que aún hay profesionales que descubren, como ocurría ayer, la uva Albarín, en el caso de la DO Tierra de León), la propuesta de la Denominación de Origen Bierzo suma atractivos que le hacen abrir brecha en todos los frentes del mercado.

Por ejemplo, para Víctor Robla Varela, product manager de las bodegas agrupadas bercianas presentes en el salón, hay valores a destacar como, por ejemplo, el propio carácter de los viñedos: «El godello que se hace en El Bierzo es quuizá menos ácido, con más grado alcohólico y más fácil de beber», aseguraba para remarcar las características especiales de la cada vez más elogiada vinífera berciana. De igual forma, Robla Varela ponía el acento en el valor de la uva Mencía: «Además de una uva única, ofrece un carácter muy afrutado. Un vino de vida corta porque tiene poca estructura, pero de mucha calidad y fácil de beber», aseguraba. La presencia de los vinos de la provincia en salones como los que fomenta la Guía Peñín sirve para darse a conocer, para recoger en forma de puntos y buenas notas los frutos de tanto trabajo y luego para, ya en lo comercial, abrirse camino.