Los niños de Vilecha dan la cara por los animales
Quieren un municipio amigo de los animales. Una veintena de niños y niñas trabajan en Vilecha. para perseguir y concienciar a la población contra el maltrato animal. Encabezados por la psicóloga. Nélida de Andrés, lideran un movimiento pionero con recogida de firmas, calendarios y diversos talleres..
Baderas para visibilizar las cacas que no se recogen. JESÚS
carmen Tapia | león
Una veintena de niños y niñas de Vilecha «vigilan» para que en Vilecha, perteneciente al Ayuntamiento de Onzonilla, desaparezca el maltrato a los animales y convertirse en un municipio amigo de los animales. El proyecto ‘Huellas inquietas’ dirigido por la psicóloga Nélida de Andrés, se ha consolidado y ahora los menores emprenden nuevas acciones dirigidas a eliminar el maltrato y amigo de los animales. Talleres, calendarios, iniciativas en la calle y recogida de firmas se han convertido en el arma con el que trabajan todos los días niños y niñas de entre 5 y 18 años para concienciar y sensibilizar a los vecinos de la necesidad de cuidar y respetar a los animales. «Nos encontramos con perros y gatos abandonados, caballos con cepos en las patas y gatos en los contenedores. Hay gente que tira camadas enteras a los contenedores», dice Sebila, de 14 años. Ángela, una de las niñas del municipio, se quedó con una perra abandonada dentro de un contenedor con todas sus crías.
El proyecto cuenta con el apoyo del alcalde. El Ayuntamiento cede las instalaciones de la Casa de Cultura de Vilecha para la planificación de las actividades. El concejal de Cultura y Deportes, Diego Lorenzana, asegura que tanto el proyecto como la ‘legión’ infantil que trabaja en las iniciativas «han recibido siempre el apoyo del todo el equipo de gobierno y escucharemos todas las propuestas cuando lleguen». La declaración de municipio libre de maltrato y amigo de los animales tiene que aprobarse en un pleno municipal, lo que permitirá modificar la normativa para la prohibición de cualquier actividad que implique la utilización de animales en ferias, circos, mercadillos e incluyendo la prohibición para las fiestas taurinas en toda la población, así como el uso de animales silvestres. Nélida de Andrés destaca la sensibilidad que ha demostrado el Ayuntamiento en el caso de los circos con animales, «pero todavía se puede hacer mucho más».
El grupo recoge firmas para que en el municipio no puedan celebrarse circos con animales. «Los animales son nuestros compañeros y nunca nos fallan», dice Paula Pellitero, de 15 años. Paula trabaja en el proyecto ‘Huellas inquietas’ desde hace dos años.
«Estamos trabajando para el sacrificio cero», destaca Nerea Verela, de 13 años. «Queremos que la Diputación de León modifique definitivamente todos los artículos de la normativa para que los perros que no tienen chip y están abandonados no sean sacrificados. Calculamos que cada mes se sacrifican cinco perros». «Estamos en contra de la tortura de los toros en las corridas», dice Celia Díez, de 15 años.
En el pueblo, de 850 vecinos, el trabajo de los niños y niñas está calando. «Al principio lo veían como un rollo de los animalistas, pero ahora va calando», asegura Nélida de Andrés, perteneciente al Pacma. «Ahora nos llaman muchos vecinos cuando ven un animal abandonado».
El resultado del proyecto ‘Huellas inquietas’ ha trascendido. Los menores más comprometidos con la causa aseguran que en los últimos meses han notado una mayor presencia de animales abandonados por las calles del municipio. «Estamos seguros de que se trata de gente que sabe que nosotros los recogemos y les buscamos un hogar y vienen aquí a dejarlos».
«Empezamos con el proyecto ‘caca a la vista’, que consiste en colocar banderines en las cacas de los animales que los dueños no recogen de la calle. Eso sirve para que sean más visibles y de esa manera concienciar de que hay que recogerlas». Cristina Llamazares es una de las más veteranas del proyecto. Tiene 14 años y desde los 3 participa en los talleres y las actividades. «Nos gustan los animales y queremos que estén bien».
Los niños de Vilecha han posado con sus animales de compañía en un calendario que servirá para recaudar fondos con el que sufragar los gastos de los talleres y del veterinario de los animales que recogen en la calle. «El año pasado recogimos un pastor alemán que estaba muy herido y tuvimos que hacer un mercadillo para recaudar fondos para pagar los gastos del veterinario», dice Celia.
El proyecto se convirtió en uno de los ejemplos divulgados por la Fundación Valores, entidad sin ánimo de lucro respaldada por una red global de profesionales vinculados con el desarrollo de la educación en valores.