Diario de León

La UE precinta el acceso al gas radón

La UE obliga a acabar con el gas radón en las viviendas y puestos de trabajo. Quince pacientes del Hospital de León con cáncer de pulmón participan en un estudio nacional que busca rastros de este gas en el origen de la enfermedad

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carmen Tapia | león

La Unión Europea obligará el próximo año a los países miembros a aprobar normativas para eliminar los restos de gas radón en las viviendas y los lugares de trabajo. Las alertas científicas han surtido efecto. Uno de los mayores conocedores del gas radón en España, el científico, Alberto Ruano, de la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela, dirige un estudio en el que participan 130 pacientes con cáncer de pulmón, para conocer la relación real del gas radón en la aparición del 15% de los tumores de pulmón, cáncer de células pequeñas, muy poco habitual pero uno de los más agresivos. En el estudio participa el servicio de Neumología del Hospital de León con quince pacientes.

Incoloro, inodoro e insípido, el gas radón se cuela en las viviendas y los puestos de trabajo desde los subsuelos graníticos, rocas ricas en uranio.

El radón es la principal fuente natural de radiación. Las zonas de mayor riesgo en España están en Galicia —sobre todo las provincias de Orense y Pontevedra—, un área importante de Castilla y León, Extremadura, Comunidad de Madrid y ciertas zonas de Castilla-La Mancha. En León la mayor concentración de gas está en el Bierzo y Maragatería, según el Consejo de Seguridad Nuclear.

«La mayor concentración de gas radón está en Galicia. Las mujeres de la provincia de Orense son las que más cáncer de pulmón padecen. Estamos estudiando también la incidencia en León, aunque de momento no hemos encontrado la relación», explica el investigador Alberto Ruano.

León y Ávila son las únicas provincias de la Comunidad que participan en el estudio que analiza a pacientes de Galicia, Asturias, Castilla y León y Madrid. «Reclutamos pacientes de distintos hospitales para estudiar a los enfermos y averiguar cómo influye el gas radón en la aparición de la enfermedad», explica Ruano.

La Unión Europea aprobó en 2013 una directiva que entrará en vigor el año que viene y obliga a España a legislar para eliminar el gas radón en las viviendas y los centros de trabajo que registren como mínimo 300 becquerelios por metro cúbico (unidad de medida empleada del gas radón) La OMS (Organización Mundial de la Salud) fija esta frontera de peligro los 100 becquerelios. Las directrices estarán registradas en los códigos de edificación para sellas las sendas de entrada naturales del gas en las casas y planificar medidas de ventilación. En España hay legislación que protege a los trabajadores que indica que la exposición medica no debe superar los 600 becquerelios m3. La normativa de la Unión Europea lo rebaja.

El presidente de la delegación del Colegio de Arquitectos de León, Álvaro Izquierdo, asegura que el colectivo está a la espera de la nueva legislación. «Hay subsuelos con mucho radón que incluso traspasan los muros de los sótanos. Lo que se va a aprobar ahora son medidas para que en las viviendas y puestos de trabajo que estén en estas zonas colocar láminas especiales en la cimentación que impidan el paso. En León hay muy poco pero en Galicia están muy avanzados porque tienen muchos estudios. En Estados Unidos también están muy concienciados».

Al emanar del subsuelo, el radón se acumula en el interior de lugares cerrado como pueden ser las viviendas y los lugares de trabajo. El gas ha sido declarado carcinógeno humano por la Environmental Protection Agency de Estados Unidos y de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer. El radón residencial es la primera causa de cáncer de pulmón en no fumadores y la segunda en fumadores y ex fumadores. En España se han realizado cuatro estudios de casos y controles, tres en Galicia y uno en Cantabria. Los tres estudios gallegos, con un tamaño de muestra entre 404 y 990 personas, han observado riesgo a partir de bajas concentraciones de radón y una fuerte sinergia con el consumo de tabaco. Es decir, fumar y vivir en una zona rica en gas radón aumenta el riesgo de cáncer de pulmón.

«La mayor concentración de gas radón está en Galicia. Las mujeres de la provincia de Orense son las que más cáncer de pulmón padecen. Estamos estudiando también la incidencia en León, aunque de momento no hemos encontrado no consideramos que la provincia sea de especial riesgo porque una buena parte no está en terreno granítico», explica el investigador Alberto Ruano. «Lo novedoso de la directiva de la Unión Europea es que pone en el mismo nivel de acción las viviendas y los puestos de trabajo. Obliga a todas las administraciones y estados miembros a un plan de acción en la construcción de nuevas viviendas y evitar la entrada de gas. También obliga a hacer obras para reducir la entrada de radón en los edificios que ya están construidos».

En la actualidad no hay evidencia científica que confirme o desmienta la asociación entre radón residencial y otros tipos de tumores diferentes al cáncer de pulmón.

Muchos países han establecido legislación para proteger a los ciudadanos de los efectos carcinógenos del radón. En cabeza van Estados Unidos y Reino Unido.

Los profesores de Medicina Preventiva de Santiago de Compostela Alberto Ruano y Juan M. Barros. DL

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