«La actitud del Estado es deprimente y vergonzosa»
«Vergonzoso, deprimente y desmoralizador». Javier Municio, que perdió a su hijo hace cuatro años, un 24 de julio de 2013 cuando el Alvia a Santiago descarriló en Angrois segando la vida de 79 personas, califica con estas palabras la actitud que el Estado ha tenido con las víctimas. «Se ha puesto del lado de las empresas. Ahí tiene a Catalá, presionando al juez Aláez durante el levantamiento de cadáveres», denuncia Municio, que subraya que el accidente se produjo a causa de una negligencia profesional. «Ese tren nunca tuvo que haber circulado. Esa misma semana dio siete fallos. Detectaba algo irregular y, sin embargo, Renfe pidió que, para evitar retrasos, se quitara el sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario (ERTMS)», lamenta. Javier Municio añade que todo ello se hizo sin analizar los riesgos y sin poner medidas paliativas. No hace distinciones entre partidos políticos. «Todos deberían presentar su dimisión. La ministra tendría que haber cesado y abrir una investigación», defiende. Asimismo, asegura que el presidente de Adif ha mentido al decir que el tren no circulaba sobre una línea de Alta Velocidad y sostiene que el gobierno presionó para que no se conociera el informe de la Agencia Ferroviaria Europea que concluye que la investigación realizada en España por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios no fue independiente. «Por favor, dejen de tergiversar y den al juez todas las pruebas», clama este padre, que advierte de que la sociedad no puede «consentir la impunidad». «Los ciudadanos han de darse cuenta de que lo que nos ha pasado a nosotros le puede pasar a cualquiera. al tiempo que destaca que lo único que le importa al fiscal es que «cobremos la indemnización». «Yo quiero verdad, justicia y reparación».