Diario de León

Sacyl reduce la radiación para cumplir con la UE

Cinco radiofísicos realizan una prueba piloto en los hospitales de la Comunidad para adaptar la alta tecnología radiológica a la normativa europea que obliga a los centros sanitarios a medir y reducir la radiación a partir de febrero de 2018..

Los radiofísicos miden la radiación que emiten los aparatos radiológicos digitales en el Hospital de León, uno de los seleccionados para la prueba piloto. RAMIRO

Los radiofísicos miden la radiación que emiten los aparatos radiológicos digitales en el Hospital de León, uno de los seleccionados para la prueba piloto. RAMIRO

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León

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carmen Tapia| león

La Consejería de Sanidad ha constituido un grupo de trabajo con cinco radiofísicos para medir las dosis de radiación de los aparatos de alta tecnología de los hospitales de la Comunidad. Sacyl hace un diagnóstico del estado de los aparatos para comprobar el grado de obsolescencia y radiación que emiten para hacer una propuesta de renovación que permita adaptarse a una normativa europea que será de obligado cumplimiento a partir del 6 de febrero de 2018.

Según la directiva europea 2013/59/Euratom, por la que se establecen normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros de la exposición a radiaciones ionizantes, todos los hospitales europeos estarán obligados a medir las dosis de radiación e impone mejorar la radioprotección de los pacientes. La idea es que a cada persona se le abra un historial en el que constará el acúmulo a lo largo de su vida por radiografías, TAC (tomografía axial computarizada) y otras pruebas.

En el Hospital de León se realizan cada año 329.724 pruebas radiológicas (236.533 placas, 10.830 mamografías, 42.792 ecografías, 11.937 resonancias magnéticas 27.632 TAC), según fuentes hospitalarias. «El 30% de las pruebas no dan información relevante», asegura el responsable de Radioprotección de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), Ángel Morales.

El equipo constituido en la Consejería de Sanidad está valorando las soluciones de mercado para adaptarse a la normativa europea y ha puesto en marcha una prueba piloto con nueve aparatos diferentes de alta tecnología y de distintos fabricantes en los principales hospitales de la Comunidad, entre los que se encuentra el Hospital de León. Cuando se conozcan los resultados, Sacyl redactará un pliego de condiciones para la tramitación de un expediente de contratación por procedimiento abierto públicamente de forma que la adjudicación del software de gestión integrado con los equipos de alta tecnología de los que dispone Sacyl que permita cumplir «ampliamente» con los requisitos que exija la ley en febrero de 2018, explican fuentes oficiales de la Consejería de Sanidad.

Las pruebas se realizan en el PET-TC de Medicina Nuclear y el telemando del Hospital Universitario de Salamanca, en el mamógrafo tomosíntesis y el TC dual multicorte con SR del Hospital Universitario de Burgos, en la sala de RX digital y la sala de Hemodinámica del Hospital de León, TC multicorte y el arco quirúrgico de endoscopias del Hospital Río Hortega de Valladolid, y el angiógrafo biplano del Hospital Universitario de Valladolid.

Sacyl es una de la primeras administraciones autonómicas en ‘chequear’ el estado de sus aparatos tecnológicos para adaptarse a una norma que tiene que desarrollar el Ministerio de Sanidad.

«El Gobierno español va lento en la trasposición de la ley europea», asegura el responsable de Radioprotección de la Seram (Sociedad Española de Radiología Médica), Ángel Morales, que califica de «buen enfoque» la iniciativa tomada por Sacyl. «En España, con la crisis, hay un problema de obsolescencia, pero los nuevos aparatos ya tienen programas de reducción de dosis de radiación».

La normativa europea obliga a informar y obtener el consentimiento de los pacientes cuando se aconsejen pruebas de alta radiación así como la apertura de un registro, que constará en la historia clínica, con los niveles de radiación que se recibe en cada prueba diagnóstica. «Todos los hospitales tienen que adaptar los aparatos para que no superen los niveles de referencia, especialmente en radiología intervencionista y en escáner.

La normativa europea se aplicará a todas aquellas prácticas que impliquen un riesgo de radicación procedente de una fuente natural o artificial y obliga a los equipos radiológicos a cumplir con unos requisitos más estrictos para poder elaborar un registro individual con la dosis que recibe cada paciente.

El cambio requerirá a la formación de los profesionales en los nuevos procedimientos que la normativa establece. Según ha podido saber este periódico, la dirección del Hospital de León ya ha mantenido los primeros contactos con los responsables sanitarios para informar de los cambios que se avecinan.

Además de ajustar las máquinas para que emitan menos radiación, los responsables de la Seram creen que la normativa impulsará el cambio de los protocolos hospitalarios. «El 30% de las radiografías que se realizan actualmente en los hospitales son innecesarias», asegura Ángel Morales. «La directiva es de obligado cumplimiento y se tiene que trasponer al ordenamiento jurídico español, que va retrasado», asegura Morales.

La directiva europea afecta al Ministerio de Sanidad y al de Industria porque no sólo afecta al control de las radiaciones en los hospitales sino que tienen repercusión en la seguridad nuclear.

La directiva europea se obligatoria para cualquier situación de exposición planificada, existente o de emergencia que implique un riesgo de exposición a radiaciones ionizantes «que no pueda considerarse despreciable» des de el punto de vista de la protección radiológica.

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