Prohibido cortar el rabo a los perros
El Congreso ratifica un convenio europeo de protección de los animales.
Isaac Asenjo | madrid
Amputar el rabo de los perros estará prohibido. Para todos, sin excepción. Así, las operaciones estéticas en las mascotas formarán parte del pasado en España. El Pleno del Congreso ha ratificado el Convenio europeo de protección de animales de compañía, que se encontraba en su última fase de tramitación y que en su artículo 10 prohíbe las intervenciones quirúrgicas cuyo objeto sea modificar la apariencia de un animal (estéticas), y en particular: el corte de cola, corte de orejas —una práctica extendida en razas como el dóberman, dogo alemán o bóxer—, sección de cuerdas vocales y extirpación de uñas y dientes.
Pero, ¿por qué no se había prohibido hasta ahora el cortarle el rabo a los perros? Básicamente por la oposición del PP y del sector cinegético —donde se hace para permitir la movilidad de los canes entre los matorrales o para evitar que otro animal les agarre de ese apéndice—. Y es que la caza genera en España 3.600 millones y 54.000 empleos, según un estudio publicado recientemente por Círculo Fortuny.
España es uno de los principales destinos para cazadores de todo el mundo, especialmente europeos, tanto por su biodiversidad como por las distintas modalidades de caza que pueden encontrar. Es una gran fuente de riqueza y de arraigo para el medio rural: el 80% del territorio tiene gestión cinegética, lo que suponen 43 millones de hectáreas, divididos en unos 33.000 cotos, de los cuales sólo el 2% son intensivos (aquellos cuya explotación está dedicada a la caza mediante sueltas periódicas de piezas criadas en granjas)
La enmienda en contra de la amputación ha contado con el apoyo de 175 diputados (Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, PSOE, ERC y parte del grupo mixto), frente a 136 que han votado en contra (grupo popular más 3 del grupo mixto) y 37 abstenciones (Ciudadanos y PNV). La reserva o excepción planteada por el Gobierno a dicho Convenio se refería en exclusiva a los perros de caza que «se pueden herir por su impetuosidad al no controlar el movimiento de su rabo»,