Subversión y censura

Por si acaso no queda claro. Rechazo la condena impuesta a Casandra Vera, la tuitera berciana cuyos desafortunados comentarios trataban de ofrecer una representación elocuente del asesinato de Carrero Blanco. No comparto nada con ella desde el punto de vista generacional, moral, ideológico ni, creo, cultural, pero la sentencia demuestra que vivimos en una sociedad en la que imperan el miedo y la mojigatería. Aquí no se puede hablar de nada sin que algún colectivo se rasgue las vestiduras y monte una campaña de intimidación. España se ha instalado en una galaxia de burbujas que flotan sin verse, sin tocarse, sin mezclarse, una sociedad que silencia la disensión por miedo al rechazo o a la confrontación. Y a fuerza de pacatería, la justicia ha convertido a una representante de la infracultura, a alguien que sin tuiter nunca habría atravesado el Manzanal, en una mártir del ingenio y la libertad. Hemos perdido el sentido de la realidad. Hace pocos meses, un grupo de estudiantes de la Universidad de Londres exigía que se retirara del currículo académico a los filósofos blancos. Platón, Hegel y Descartes transmiten, según su entender, una visión supremacista de la cultura blanca. El problema no es que lo propusieran, que también. Lo peor es que si saltó a la opinión pública fue porque alguien del claustro lo tuvo en cuenta. La comparación demuestra el peligro que corre nuestra concepción de la democracia. La libertad consiste (también) en soportar ideas que consideramos totalmente rechazables. ¿Dónde está el límite de la libertad de expresión? La ofensa no puede convertirse en una razón penal porque entonces entraremos en el mundo de la arbitrariedad, de la finura de la piel de cada cual, y las salas de justicia se llenarán de presuntos humillados. Estamos ante un bucle peligroso, una espiral en la que creemos que la tolerancia consiste en acallar todo y a todos los que digan algo inconveniente. Sin embargo, no hay avance sin confrontación (es una regla de la física) y el pensamiento nace de la subversión.