Río verde, río rojo

Menudo susto se llevó la gente andorrana y leridana en febrero al presentar de repente su río Valira un color verde fosforito como si fuera un bestial vómito de sangre alienígena (en toda película esa sangre es de ese color y además fosforesce, ¿es que se sabe?).

Ese color aterra un poco. Y para teñir todo un río hay que echar mucho colorete a la palangana. Sin embargo, la autoridad tranquilizó a la población aclarando la razón del caso: no se trata de nada tóxico ni contaminante ni afecta a la fauna, desaparece en breve tiempo y es la coloración de una prueba que lleva a cabo una empresa francesa en los manatiales que dan caudal a esa embotelladora de agua que provocó miles de casos de gastroenteritis (cagalera) en Cataluña hace meses por un virus que apareció en sus botellas, planta desde entonces clausurada hasta averiguar la cosa. Y aún no saben.

Teñir aguas para averiguar fugas, roturas o corrientes subterráneas lo sabe bien quien haya padecido filtraciones del vecino, cosa que nunca se arregla por las buenas, sino denuncia mediante para que venga el tío de las anilinas, eche el polvo, observe por dónde amanece... y añada su informe de sanción.

Esto de teñir lo hicimos con las fuentes prístinas de la campa de Santiago, por cima de Fasgar, rodando «El Filandón» que comienza con un arroyo que un día baja ensangrentado... pero fue tan escasa la anilina, que ni se percibe en la película, aunque aquellas truchillas debieron flipar en colorao.

También en Irlanda, hace unos días, tiñeron un río de color verde, su tono nacional, san Patricio mediante. Tinte va. Será inocuo, pero pintar el agua de colores es insultar al río, carnavalada... y por eso se pondrá de moda... como iluminar los puentes de color fucsia, verde-lagarto o azul-braguita.

Nueva Zelanda, lugar ideal para exiliarse, ha sido el primer país en reconocer la personalidad jurídica a un río, el Whanganui, «ente vivo, sujeto de derechos» (los maorís llevan pidiéndolo 160 años, ya tocaba). Y hace unos días el gobierno indio ha hecho lo mismo con el Ganges y el Yamuna.

¿Y aquí cuándo?... pregúntalo.