Diario de León

Deberes para acabar con el gueto educativo

Los mayores como agentes activos y refuerzo de lo aprendido en las aulas. Este es el objetivo del proyecto ‘Meraki’, un grupo de apoyo socioeducativo que pone en marcha Alzhéimer León en el que los mayores ayudan a los niños a hacer los deberes..

Los mayores ayudan a terminar los deberes. MARCIANO

Los mayores ayudan a terminar los deberes. MARCIANO

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carmen Tapia | león

El Centro Alzhéimer de León emprende un nuevo proyecto de investigación asistencial que involucra a los mayores de la Unidad de Memoria en el apoyo extraescolar de niños y niñas del colegio Luis Vives. Cinco menores del colegio, cinco usuarias de Alzhéimer León y tres personas voluntarias de la asociación —que sirven de apoyo y orientación— participan en el programa Meraki, un grupo de apoyo socioeducativo que tiene como objetivo reforzar lo aprendido en las aulas, mejorar el rendimiento escolar de los niños y niñas y facilitar que las personas mayores sean un agente activo dentro de la comunidad, ofreciendo todo su potencial afectivo y su experiencia vital.

En medio del debate sobre los deberes, Alzhéimer León y el colegio Luis Vives apuestan por utilizar las tareas escolares para «borrar guetos educativos». Así define el proyecto Belén García, directora del colegio Luis Vives. «El colegio siempre participa en los programas del Centro Alzhéimer de León con la ludoteca y el programa intergeneracional. Tenemos muy buenos resultados. La educación no puede ser un gueto. Los niños tienen que aprender a respetar a los mayores y a habituarse a todas las etapas de la vida. Es una labor pedagógica importante».

Los mayores de Alzhéimer León que participan en el proyecto, que está en marcha desde enero, son los encargados de ayudar a los menores dos veces por semana a reforzar las tareas escolares después del colegio, como los hábitos de estudio, la atención, la rutina, el interés, los deberes escolares y el comportamiento. «En un principio se pensó en un día y se amplió el horario. Hemos notado que funciona muy bien tanto para los mayores como para los niños y niñas que vienen», asegura Martina Marcos, responsable del Programa Intergeneracional de Alzhéimer León.

Meraki es una palabra griega que significa ‘hacer las cosas con el corazón, dejar un pedazo de ti en el trabajo que realizas’. Es el nombre que inspiró este nuevo proyecto de la asociación que pretende ser un espacio de convivencia.

«Venimos con los abuelos e Alzhéimer León a hacer los deberes de matemáticas, lectura y lengua. Terminamos lo que nos falta de deberes del cole, leemos libros, hacemos cuentas. Me gusta venir con ellos porque hago los deberes y así cuando voy a casa no tengo que hacerlos. Me gusta estar aquí porque me escuchan», dice Jander, un alumno de 6 años de primero de Educación Primaria.

Para la responsable del programa intergeneracional del Alzhéimer León no hay dudas de los beneficios de este programa. «Los niños necesitan que les ayuden a centrarse y estar en un espacio tranquilo. Para las señoras que participan es una inyección de energía importante. Algunas presentan pérdidas de memoria y nunca se hubieran imaginado que podían llevarlo a cabo. Pero lo hacen. Se sienten útiles para la sociedad».

Beni tiene 90 años. Es usuaria de la Unidad de Memoria de Alzhéimer León y una de las participantes en el proyecto. «Soy una persona muy mayor pero acepté unirme a este grupo porque pensé que era una cosa muy bonita. Me hace sentir bien, sobre todo el contacto con los niños, que siempre me ha gustado. Son muy cariñosos. Al principio, cuando me lo propusieron en la Unidad de Memoria me puse nerviosa y pensé que ya no estaba capacitada para esto. Pero me animaron y me dijeron: ‘Beni, prueba, y si no te sientes cómoda, lo dejas’. Se lo agradeceré siempre porque ahora me hace sentir muy bien. Creo que aporto poco y recibo mucho. Les puedo ofrecer un poco. Pero sobre todo yo les doy cariño, hablo con ellos. Vienen a mí, me dan un beso, es un contacto de niños y abuelos que me encanta».

Gracias a este proyecto, los mayores incrementan su autoestima, se activan y crean vínculos muy especiales con los más pequeños. Se da la circunstancia, además, de que algunas de las usuarias que participan han sido maestras. Los niños se sienten valorados, estimulados, sienten que han adquirido el compromiso con los deberes. La figura del mayor les tranquiliza y les permite reforzar el respeto, la educación en valores, la importancia de compartir y favorecer la creación de hábitos. «Con ellos repaso, estudio y hago los deberes. Me caen muy bien porque son cariñosos. Se parecen a los abuelos y me gusta cuando me cuentan alguna historia. Estoy contenta de venir», dice Melisa, de 8 años, alumna de segundo de Educación Primaria.

Actividades como ésta en Alzhéimer León son posibles gracias al respaldo de Bankia a través de su programa Red Solidaria, que ofrece su apoyo al Programa Intergeneracional de Alzhéimer León, donde se da protagonismo a la convivencia entre niños y mayores.

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