POLÉMICA
La Legión canta 'El novio de la muerte' ante niños con cáncer
Polémica por la interpretación de los legionarios de su himno en un hospital infantil de Málaga
La Legión Española visitó este lunes a los niños ingresados en la planta de Oncología Infantil del Hospital Materno de Málaga en una salida polémica por la interpretación de los legionarios de la canción 'El novio de la muerte' ante los menores enfermos de cáncer.
El vídeo de este cuerpo militar cantando el himno de la Legión ha causado un gran revuelo e indignación en las redes sociales como se puede comprobar en Twitter con la etiqueta#LegionariosCantando, siendo este el 'hashtag' más comentado de la mañana. También hay vitores a la Legión por su actuación.
La visita había sido impulsada por algunos legionarios de tropa y oficiales, entre ellos un teniente y un cabo fallecidos, y contaba con el apoyo de la Congregación de Mena. De hecho, a la salida la habían denominado 'Misión hospitalaria Teniente Remón' en honor a este difunto alto mando, según explica 'La Opinión de Málaga'.
Los legionarios repartieron regalos a los niños enfermos de cáncer y, más tarde, interpretaron el tema que ha causado la polémica. En el vídeo se aprecia cómo los legionarios entonan el estribillo de 'El novio de la muerte': "Soy un hombre a quien la suerte; hirió con zarpa de fiera; soy un novio de la muerte; que va a unirse en lazo fuerte; con tal leal compañera.
A continuación, la letra completa de la canción:
Nadie en el Tercio sabía
quién era aquel legionario
tan audaz y temerario
que en la Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
mas la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo el corazón.
Más si alguno quién era le preguntaba,
con dolor y rudeza le contestaba:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera.
Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera,
defendiendo su Bandera,
el legionario avanzó.
Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.
Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.
Cuando al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama,
para mí un puesto reclama
que a buscarte pronto iré".
Y en el último beso que le enviaba,
su postrer despedida le consagraba:
Por ir a tu lado a verte,
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi Bandera.