Una cura para el párkinson
La reprogramación genética devuelve la movilidad a los ratones.
efe | madrid
El párkinson aparece cuando un tipo de neuronas llamadas dopaminérgicas mueren y no hay suficiente cantidad de dopamina en el cerebro. Ahora, un grupo de científicos ha logrado con técnicas de reprogramación genética crear y restituir esas neuronas en ratones, mejorando su movilidad, rigidez y temblores.
La descripción de esta técnica y sus conclusiones se publican en la revista Nature Biotechnology, en un artículo que lideran investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia). El párkinson es un trastorno del movimiento caracterizado por la degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas. Algunos de sus síntomas son temblor de manos, brazos o piernas, rigidez y lentitud en los movimientos, y se estima que en España la padecen unas 150.000 personas (en el mundo, unas 6,3 millones personas, según datos facilitados por la Sociedad Española de Neurología).
En la actualidad no hay tratamientos para curar esta enfermedad, aunque sí fármacos para paliar los síntomas o capaces de recargar las células con dopamina para suplir la falta de neuronas dopaminérgicas, que no obstante siguen muriendo, así que ninguno de los tratamientos cambia el curso de esta patología, explica a Efe Ernest Arenas, del Instituto Karolinska, quien lidera este trabajo. La comunidad científica lleva décadas investigando cómo generar en el laboratorio neuronas dopaminérgicas con el objetivo de ser luego trasplantadas, a partir por ejemplo de células madre.
El equipo de Arenas va ahora un paso más allá: manipular un tipo de células nerviosas con técnicas de reprogramación genética y convertirlas en neuronas capaces de secretar dopamina, y todo directamente en el cerebro del animal, sin necesidad de trasplantes. En concreto, los investigadores han conseguido reprogramar astrocitos, un tipo de células cerebrales que, entre sus funciones, está la de proporcionar sostén a las neuronas y eliminar tóxicos.
Los experimentos se han hecho primero en cultivos celulares de astrocitos y luego en modelos de ratón con enfermedad de Parkinson. Para reprogramar los astrocitos, los científicos utilizaron un virus que inyectaron en el cerebro de los ratones, a modo de ‘lanzadera’.