SOCIEDAD
Lo fashion es ponerle alma a la moda
La Escuela de Moda Liper y Made in Slow reivindican el consumo sostenible y responsable y la apuesta por recuperar y . poner en valor . las tradiciones
m. j. m. | león
El movimiento Fashion Revolution y la trashumancia tienen mucho en común. La honestidad de la apuesta por un futuro sostenible, apoyado además en un pasado que no se puede dejar perder. En la suma de valores y puesta en valor; la apuesta por la viabilidad y el valor añadido de una tradición que puede y debe ser rentable sin dejar nunca de ser auténtica y fiable. Verdad por todas las costuras, trazabilidad en procesos y productos, beneficio desde el origen mismo, diseño con respaldo social y ambiental,... La moda con alma. El consumo con conciencia. El respaldo con la compra de moda de formas de hacer y de ser con un claro concepto en el que la conciencia y las convicciones no sólo no están reñidas, sino que se suman, a la vanguardia del negocio de la confección.
La Escuela de Moda Liper ha organizado de nuevo a lo largo de esta semana una serie de actividades que se unen al movimiento mundial Fashion Revolution, que pretende concienciar sobre el negocio de la moda y se organizó tras el desastre ocurrido el 24 de abril de 2013 en el edificio Rana Plaza de Bangladesh, donde murieron 1.138 personas y otras 2.500 resultaron heridas. Trabajaban en condiciones precarias en una de las muchas fábricas de ropa que desde el tercer mundo abastecen a las grandes cadenas. El movimiento insta a los consumidores a comprobar en las etiquetas de la ropa que adquieren quién fabrica realmente los productos.
Las actividades en León concluyen esta tarde, con una conferencia a cargo de Alberto Díaz, fundador de Made in Slow, sobre ‘Transhumance by Made in Slow: un camino sostenible». Participan también la directora de la escuela, Brezo Rodríguez, como moderadora; y la jefa de la sección de Economía de Diario de León, María Jesús Muñiz.
Plataforma
Alberto Díaz es el fundador de Made in Slow, una plataforma que nace de una larga trayectoria y un gran conocimiento de todos los ámbitos del mundo de la moda, y que pretende aglutinar ahora proyectos que defiendan «productos hechos con alma». Díaz es un profundo conocedor tanto de la industria de la confección y las grandes marcas como de las tendencias y las demandas del mercado. Durante años se ha movido con igual soltura por las marcas y cadenas de moda más importantes del país y por los talleres y vericuetos de un negocio cada vez más cambiante. Los tejidos de punto, uno de los sectores más complejos en las grandes marcas, están en su ADN. Desde la empresa familiar en León a una iniciativa permanentemente y que ha sufrido los golpes de las modas, las multinacionales y las crisis tantas veces como ha sabido reinventarse para seguir adelante.
Ahora en un nuevo y ambicioso proyecto que ya toma forma en algunos de los muchos prismas con los que trabaja, y que vuelve a los orígenes para poner en valor un producto excepcional, que conlleva además toda una forma de entender la vida y la moda, y que se ha propuesto rentabilizar. Empezando por el principio: los ganaderos, pastores, productores. Díaz lleva tiempo negociando y desarrollando las fórmulas, desde la producción que cumpla con los estándares de calidad exigibles a la comercialización a través de diseñadores de prestigio que apuestan por la filosofía sostenible que defiende, que le permitan mantener el sistema de trashumancia de las ovejas merinas y aprovechar su lana. Fundamentalmente para preservar una forma de vida, cultura y tradición; pero sin renunciar al diseño y las apuestas más vanguardistas.
Y la vanguardia está cada vez más en la concienciación. «Hay que leer las etiquetas. Enseñar a los niños a leer las etiquetas, para saber de dónde vienen los productos». Por eso todo aquello de moda que se acoge bajo Made in Slow garantiza la transparencia de los productos, procesos y elaboración a través de códigos QR. Porque en la sostenibilidad y los valores a defender no hay atajos. Por eso, cada inconveniente que surge en cada proyecto se convierte en un reto para rescatar o reinventar una nueva solución para algún proceso que acababa en la basura o en el olvido.
«Made in Slow es una plataforma a la que se pueden sumar proyectos a los que une el denominador común de recuperar y preservar un patrimonio que es muy rico, y sus valores tradicionales. Suma proyectos con alma, que defienden un consumo que contribuye a preservar las actividades tradicionales y la viabilidad de productores y artesanos. Y respeta los valores tradicionales».
Alberto Díaz conoce el mundo de la moda en sus 360 grados. Tras una larga trayectoria apuesta ahora por recuperar el origen con la visión de la globalización y la necesaria anticipación a las tendencias que todo lo relacionado con el mundo de la moda tiene que respetar. De la mano de la Escuela de Moda Liper se suma hoy a las iniciativas del movimiento Fashion Revolution. Al consumo consciente y responsable. Como él la define, a la moda con alma.
Alberto Díez. MIS