EDUCACIÓN
El Sindicato de Estudiantes llama a boicotear la evaluación final de la ESO
El Sindicato de Estudiantes (SE) ha pedido hoy a los alumnos que no se presenten a la nueva evaluación final de la ESO, que los padres no lleven a los hijos a clase el día de la prueba y que el profesorado explique en los centros que se trata de una "imposición" más del PP "sin utilidad ni sentido".
"El PP no ha cesado en sus planes, tan solo ha cambiado de estrategia, con una cara amable y por la puerta de atrás", a pesar de que esa evaluación no vaya ya a contar para obtener el graduado en ESO, ha enfatizado en rueda de prensa la secretaria general del SE, Ana García.
Ha asegurado que aunque esa evaluación sea ahora muestral (no censal como estaba previsto en la Lomce), las comunidades pueden decidir el número de alumnos que deben hacerla, así que pueden ser todos ellos, lo que ha considerado una "provocación".
En este sentido, ha asegurado que todos los institutos públicos de Madrid tendrán que hacerla.
Ha indicado que la prueba solo puede tener efectos negativos, como someter a un "estrés infructuoso" a alumnos y profesores y cuestionar el trabajo docente.
Preguntada por las consecuencias de tal boicot para los alumnos, García ha respondido que nadie es sancionado por no presentarse a un examen, ni tampoco tendrá consecuencias para continuar los estudios, ya que un real decreto ley de diciembre pasado dejó sin efectos académicos transitoriamente tanto la evaluación final de ESO como la de Bachillerato.
Ha negado que la prueba de ESO sirva siquiera para conocer el estado del sistema educativo, pues ya se sabe que está "realmente mal" por los "recortes de recursos públicos" como en la Comunidad de Madrid, según ha insistido.
"El PP no busca medir la calidad de la educación, sino expulsar a los alumnos con más dificultades de aprendizaje e implantar, aunque sea a medias, sus medidas", ha argumentado.
Ha reiterado que a estas alturas del curso todavía no se sabe con exactitud en muchas comunidades cuántos centros y alumnos tendrán que hacer la prueba de ESO ni en qué condiciones.
También ha definido como "propaganda barata" que el Ministerio de Educación anunciara ayer la reducción de la parte baja de la horquilla de precios públicos de matrícula de los másteres no obligatorios.
García considera que el Gobierno debería bajar la parte alta de esa horquilla porque, si no, la situación puede seguir igual.
Hasta ahora, las tasas de matrícula de esos másteres podían ser de entre el 40 y el 50 % del coste de los estudios, según fijara cada comunidad autónoma. Según Educación, ahora estarán entre el 15 y el 50 %.