El hombre llegó 115.000 años antes a América
efe | nueva york
La especie humana podría haber llegado a América del Norte unos 115.000 años antes de lo que se pensaba hasta ahora, según los descubrimiento de una excavación arqueológica en San Diego (California), informó ayer la Universidad de Michigan.
A esta conclusión, que se publicará hoy en un artículo en la revista Nature , llegó un equipo de investigadores que analizó los restos de un mastodonte de 130.000 años, en los que vieron «clara evidencia de que humanos habían modificado el sitio». «La evidencia que encontramos en este sitio indica que algunas especies de homínidos estaba viviendo en América del Norte 115.000 años antes de lo que se pensaba anteriormente», afirmó Judy Gradwohl, directora ejecutiva del Museo de Historia Natural de San Diego, cuyo equipo de paleontología descubrió los fósiles.
«Este descubrimiento está reescribiendo nuestra comprensión de cuándo los humanos llegaron al Nuevo Mundo y (...) plantea preguntas intrigantes sobre cómo estos primeros humanos llegaron aquí y quiénes eran», agregó.
Según los once autores del artículo, en el que participaron dos paleontólogos de la Universidad de Michigan, los huesos, colmillos y molares del mastodonte, muchos de los cuales están rotos, se encontraron enterrados a gran profundidad junto a grandes piedras que parecían haber sido utilizadas como martillos y yunques.
«La primera vez que descubrimos el sitio, había fuerte evidencia física que colocaba a seres humanos junto a la extinguida megafauna de la Edad de Hielo. Esto fue significativo en sí mismo», afirma por su parte Tom Deméré, uno de los autores del informe y director de PaleoServices en el Museo de Historia Natural de San Diego. Hasta hace poco, los registros más antiguos de sitios humanos en América del Norte indicaban su llegada a la región hace unos 14.000 años.
Los factores
El estudio indica que son varios los factores que revelan presencia humana mucho antes en la excavación de este mamut, denominado «Mastodonte de Cerruti» por el paleontólogo Richard Cerruti, quien descubrió el sitio en 1992.
«Los huesos y varios dientes muestran signos claros de haber sido deliberadamente rotos por seres humanos con destreza manual y conocimiento experimental», explica Steve Holen, autor principal del artículo y director de investigación en el Centro de Investigación de Paleontología de América. «Este patrón de rotura también se ha observado en los sitios de fósiles de mamut en Kansas y Nebraska, donde las explicaciones alternativas tales como las fuerzas geológicas o el roer de carnívoros se han descartado», agrega.