Un plató de cine

Como cada año, el gobierno de Juan Vicente Herrera anuncia que la mayor partida de sus presupuestos se destina a gasto social. Este, también. No podía ser de otra manera cuando suena a rebato y hay que dejar las cosas atadas para que el cauce que se ha ido marcando no mueva las lindes. La oposición siempre me genera ternura, tan obediente, manteniendo ese discreto duelo dialéctico que tanto le gusta al presidente. Que si es poco, que si es menos aún, que tiene que crecer el gasto social, ¡qué de derechas son ustedes, oiga!, le dicen a media voz, a la espera de que Herrera inicie su actuación estelar, esa en la que su capacidad argumental crece al mismo ritmo que su capacidad canora. Ni las arias de Wagner logran tanta intensidad. Y así. Sin embargo, yo creo que la intencionalidad ideológica del PP en Castilla y León es maquiavélica y genial. Es verdad que somos una de las comunidades que más gastamos en políticas sociales pero esa es precisamente la manera que tienen de que sigamos al bodrio. Durante los últimos cuarenta años, Castilla se ha convertido en una desbrozadora de población. No hay industria, salvo en el triángulo estratégico ingeniado en su día por Aznar y retocado por el presidente burgalés por motivos obvios. Somos un desierto poblado por zombies que no se dan cuenta de que esos servicios sociales son las cadenas con las que nos mantienen sedados y llegará un día en el que incluso el bodrio, el pan de los pobres, se acabará, como los niños, como las oficinas bancarias, como los habitantes de los pueblos, como los pueblos, como los castilletes, como las minas y las vacas. Incluso el fuego será cosa del pasado. Ya no quedará nadie para provocarlo. Mientras haya servicios sociales, se podrá seguir desmontando un mecano para montar otro, se perpetuará una política en la que unas provincias se convierten en asilos para que otras mantengan el pulso industrial. León se encamina hacia el recuerdo, es ya lo más parecido a una leyenda. La semana pasada nos anunciaron su conversión en plató. Semovientes, no le faltan.