CORNADA DE LOBO
Diferentes, míster
Con claridad meridiana: «Spain is different». Fue el slogan triunfal de los albores del turismo ibérico hace cincuenta años cuando Fraga iba vendiendo por Europa vacaciones en Torremolinos y Luis Aguilé nos daba la turra con aquel estribillo-martillo de «es el sol español, es el sol español, que te trajo hasta aquí».
Algo distinto tiene España.
Tiene Italia coliseos o papas y Francia chateaus o louvres, pero España añade diferencias singulares... porque, más que nada, aquí cultivamos la diferencia (o la compramos), hongo psicotrópico que induce a delirios históricos, ropaje teatral, nacionalidades y peñas.... Spain is different... y ya puesta, también le sobran castillos, catedrales o pinacotecas mundiales para colmar el ojo de los turistas con fondos de foto.
Sol, sangría... y diferencia.
Pasa que aquello que en Europa es común aquí llega tarde. O no llega. No lo hizo la reforma luterana, ni la Enciclopedia, ni la revolución francesa o la industrial inglesa... ni tampoco el lejano bolchevismo que hizo guiños un rato en el 36... aquí el aire sopla distinto.
Spain is different.
El ventarrón que hoy sopla en Europa levantando el sombrajo de partidos clásicos (chivo, el socialista) en España es brisa. Los partidos clásicos se abollan, cierto, y en Inglaterra, Italia, Francia, Holanda o la Alemania del diluído «fenómeno Schultz» se asegura que la gran derecha y la gran izquierda se resentirán ante nuevos movimientos políticos y partidos transversales que en sólo unos meses (lo Macron va de moda) pueden pasar de la nada a la jefatura del estado (o una joven alternativa a la alcaldía de Roma).
Sócrates nos «tranquiliza»: España seguirá siendo diferente, el contagio tardará, somos muy nuestros... ni el PSOE se partirá, ni después le castigará tanto la urna... ni tampoco el PP perderá gran pelo en sus gateras, aunque sus líderes tengan que dar los mítines por videoconferencia desde la cárcel. Aquí los viejos partidos aún pitarán lo suyo al ser ya España un país de viejos, justo los que aún se excitan con el pito de las dos Españas... esa es la diferencia, pocos tienen dos naciones en una.