Vals del padrino

Demoledor dato del Instituto Nacional de Estadística: Más de un 40% de los jóvenes que en 2016 tenían trabajo habían conseguido este puesto gracias a la ayuda de familiares, amigos o conocidos.

Dise er quiyo der café (é de Güerva er tío), que de qué nos escandalizamos, que eso no es nada nuevo en España ni en la Shina Populá... y nos vino a recordar que llevamos siglos acatando sin rechistar y engordando una ley sagrada y poderosa nunca escrita: «Quien tiene padrinos se bautiza»... y en ello sigue esta nación de naciones nacionalizadas... ¿más que ayer?... ¿menos que mañana?... tú pon que más y menos, interfirió de nuevo er quiyo.

La igualdad de oportunidades la predican sin cesar políticos, corporaciones o folletos y suele acabar reducida a una nueva subdirección general añadida al estaribel público de empleo donde se logra colocar a unos propios que, sin embargo, no parecen muy eficaces en colocar a la gente desempleada, pues también asegura el Ine que los jóvenes que obtuvieron un trabajo a través de oficinas públicas no llegan a un ridículo 2,4%, el peor de la comunidad europea... y enfrente, ese sintomático y goleador 40% de los que pillan cabo... ¿hay que deducir entonces que ese 2,4% son los que no tienen padrinos?... buena noticia, al menos el número de parias no escandaliza tanto, mientras que el de padrinos sigue boyante logrando así que el mundo del favor se vaya ensanchando algo... ya que hay asumir esa ley y sus evidencias, democratícese la influencia... igual con la corrupción: ya que está suficientemente demostrado que jamás podrá erradicarse, decídase de una vez regularla... y repartirla mejor.

Disyuntiva de Peláez: o colocas al pariente o te arriesgas a que la familia deje de hablarte... es ilícito sí, pero lógico y humano. Octavito se tiró al cuello del argumento sin titubeos: eso es corrupción, la más vieja, se llama nepotismo y lo condena hasta la doctrina vaticana que tanto lo vio... y mientras el país siga convencido de que «más vale onza de trato que arroba de trabajo», no saldremos de la vagancia, la pobreza y la delincuencia encorbatada.