En marcha

Una voz militar, ¡en marcha!, logró movilizar y llevar a Macron a presidir su país, «la France en marche»... marchando una de Francia... oído cocina, dicen aquí, a copiar (Rivera -primo de- cree ser el apóstol ibérico de la Association pour le renouvellement de la vie politique, que así de largo bautizó a su partido el que ya es mesié le presidán de la republic).

Los franceses se pasan la vida gritando ¡marchons, marchons! cada vez que cantan su himno, Marsellesa enardecida, así que el «en marche» de Macron agitó la cosa porque tiene mucho de patriota y sentimental... y de calle se lo ha llevado este petit Napoleón que tiene resuelto su complejo de Edipo y busca ahora ser el césar de la renaissance de l’Europe... va a por todas (con la Merkel en el baile, por supuesto).

Ese eslogan «en marcha» se ha demostrado inmejorable para estos tiempos paralíticos o desorientados donde los próceres que iban de pilares del sistema y del gobierno salen retratados en viejos pasos que les conducen al banquillo, a las portadas o a las puertas del trullo, mientras que aquí una sociedad atacada de miedos y con criterios «conservaduros» sigue en un «quietos hasta ver»... o peor, en un recalcitrante «más vale ladrón conocido», lo que ya es vicio de puro masoca como si esto no tuviera arreglo... ¡país!... mientras miles de compatriotas siguen diciéndose ¡en marcha! porque tienen, efectivamente, que largarse a buscar lejos la vida que aquí les niegan.

Pero tiene su puntito repelente ese ¡en marcha! que suena a patada en el culo a la tropa derrengada y que tanto votó la gente de orden... ¿no fue también una marcha, la Marcia su Roma, lo de Mussolini?... ay, las marchas... y no serían tal si la tropa no va animándose y berrando canciones de cuartel o campamento: La Madelón, Margarita se llama mi amor... o aquella scout tan cursi: En marcha las patrullas, empieza a clarear, marchemos a las cumbres en raudo caminar... ¡país!... (nota: Pablo Iglesias dijo «en marcha» siete veces en su alegato de censura... ¡me lo pido!, dijo... es tan eficaz como su socorrido «patria»... un lema de derechas en boca izquierda convence más).