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La familia real se entretiene en el museo
Los Reyes y sus hijas visitaron una exposición de Picasso y Miró en Sóller.
carlos pérez gil | mallorca
Los Reyes visitaron ayer junto a sus hijas, Leonor y Sofía, la exposición «Pablo Picasso y Joan Miró, historia de una amistad», en el museo modernista Can Prunera del municipio mallorquín de Sóller, para que pudieran conocer con detalle la obra de los dos grandes genios.
La de ayer fue la segunda ocasión en la que se ha podido ver en público a los Reyes con la princesa y la infanta durante su vacaciones en Mallorca, después del posado que protagonizaron el pasado lunes en el Palacio de Marivent.
Como ya ocurrió en 2012, don Felipe y doña Letizia han elegido Sóller para hacer la excursión, aunque esta vez se han desplazado en coche y no en el tren turístico de madera que atraviesa la Sierra de Tramuntana.
En torno a las 10.50 horas, don Felipe de la mano de Leonor y doña Letizia de la de Sofía llegaban a la plaza de la Constitución, donde aguardaban varias decenas de turistas y curiosos a los que saludaron mientras pasaba delante de ellos el tranvía de madera que cruza Sóller.
Vestidos con ropa informal de verano, recorrieron a pie una de las calles peatonales del centro del pueblo hasta Can Prunera, aunque al ser domingo, apenas había gente y casi todas las tiendas estaban cerradas.
A continuación, entraron en el museo, donde les esperaban los nietos de los dos grandes artistas, Joan Punyet Miró y Bernard Ruiz-Picasso, que hicieron de ‘guías’ durante el recorrido, que se alargó durante más de 45 minutos.
La exposición, inaugurada en mayo y que coincide con el 80 aniversario del «Guernica», repasa la relación que tuvieron Picasso y Miró a través de medio centenar de obras de uno y otro, algunas de ellas inéditas. El punto de partida es la foto en blanco y negro en la que aparecen juntos el artista malagueño (1881-1973) y el catalán (1893-1983). Ante la imagen, los dos nietos se abrazaron como señal de renovación de la amistad de sus abuelos, que surgió cuando el artista catalán llevó al malagueño una ensaimada a París.
Una de las pruebas de su buena sintonía se refleja en el vídeo grabado en 1958 en un estudio en el sur de Francia en el que se ve a ambos y que la Familia Real ha observado en un banco ante la información que le facilitaba Punyet Miró. «Los gestos demostraban que estaban a gusto. La pena es que no hay sonido», decía el nieto del artista catalán sobre la filmación, la única que se conserva en la que están los dos.
En la grabación, se ve como Picasso disfraza a Miró como el capitán Haddock, del cómic de Tintín, lo que ha hecho reír a Leonor y Sofía. Punyet Miró contaba de forma sencilla y didáctica los detalles de cada obra, entremezclados con anécdotas, para captar la atención de las dos hermanas, que se mostraron atentas en todo momento.