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Los muertos no se tocan en León

Tan sólo 22 reversiones al año, una cifra insignificante si se tiene en cuenta que en el cementerio municipal hay 51.000 inhumados. Además, la tendencia se mantiene estable a lo largo de los años..

El cementerio de Puente Castro se abrió en el año 1932. RAMIRO

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León

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cristina fanjul | león

La cultura de la muerte no ha cambiado. Los leoneses continúan agarrados ‘a la tierra’. Eso se desprende de los datos aportados por Serfunle, que demuestran que la sociedad, a pesar de la aparente pátina de laicismo, continúa rindiendo tributo a los seres queridos tras su fallecimiento. La mejor manera de demostrar que la herencia romana y cristiana ‘pesa’ es el reducido número de reversiones que se producen al año: alrededor de una veintena, una cifra que resulta irrelevante a tenor del número de unidades de enterramiento que acoge el cementerio de Puente Castro. Los responsables de los servicios fúnebres de la Mancomunidad de León y su alfoz explican que el camposanto tiene 22.421 unidades de enterramiento y 51.000 inhumados registrados.

Explican asimismo que los problemas económicos no suelen estar detrás de las reversiones. «Puede que en alguna ocasión sea así, pero la experiencia te dice que este tipo de decisiones se produce por temas de menor entidad», destacan. Así, precisan que a veces se da el caso de herederos que se encuentran con varias unidades que no necesitan, o personas que, de repente, se enteran de que tienen enterrados a familiares que no conocen. Y es que las grandes compras se hicieron entre los años sesenta y ochenta, pero las inhumaciones comenzaron en 1932, año en el que se abrió el camposanto.

Concesión municipal

En León, los nichos, tumbas, panteones o columbarios son una concesión municipal que se da por 75 años. «Son bienes de derecho público», explica Agustín Martínez, que destaca que cuando un usuario solicita la reversión de la unidad tiene la obligación de entregarla vacía. En ocasiones, hay personas que deciden que quieren renunciar a todo», en cuyo caso es Serfunle el que se encarga de trasladar los posibles restos cadavéricos a un osario común. El cementerio de Puente Castro tiene tres: San Claudio, Santo Martino y San Marcelo. Además, planea la construcción de uno más, cuya ‘inauguración’ se prevé en 2019. El arquitecto municipal, Miguel Ángel Martínez Puente, asegura que se hará en superficie, si bien destaca que no hay premura puesto que aún queda espacio. Se desconoce el número de restos cadavéricos que puede haber en estas fosas comunes, pero hay que recordar que Puente Castro lleva 85 años como cementerio municipal, desde 1932, momento en el que se cerró el de la carretera de Asturias. Todas las inhumaciones de éste se trasladaron a partir de 1940 a la nueva instalación.

Estos osarios están destinados, según apunta el reglamento, a la inhumación de pobres de solemnidad y de aquellas personas cuyos familiares no opten por hacer frente a los gastos de una inhumación ordinaria en fosa o nicho. En estas sepulturas se realizarán las inhumaciones, en el orden que se vayan determinando por los Servicios de la Mancomunidad, y una vez transcurridos diez años desde la inhumación, previa notificación a la familia, si fuera conocida o anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia, se procederá al traslado de restos al osario.

Las unidades de enterramiento son concesiones administrativas, por las cuales hay que pagar para tener derecho de ocupación. En León, el título tiene una validez de 75 años si es de carácter permanente. Pasado ese tiempo, el titular del derecho (generalmente, un familiar del fallecido) debe renovarlo si quiere mantener allí los restos, según refleja el Reglamento del cementerio municipal de León. Expirado el periodo de concesión, si no se ha solicitado con anterioridad nueva adjudicación, se requerirá al titular de la adjudicación que abone los derechos de la nueva adjudicación. Las adjudicaciones temporales sólo se otorgarán para periodos de diez años y la renovación se realizará por cinco. Una vez cubierto ese plazo de tiempo, la concesión se tendrá que firmar a perpetuidad o elegir la reversión.

El gerente del Serfunle, Agustín Martínez explica que al año se realizan alrededor de doce repatriaciones internacionales de cadáveres, la mayoría a Japón, Italia y Pakistán.