Diario de León
Publicado por
CORNADA DE LOBO pEDRO TRAPIELLO
León

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M al vendido vas si te empeñas en ir de marca y en que se te vea bien estampada en tu ropa, tu coche, tus gafas. A veces esos logos son tan exageradamente ostentosos, que ya te anuncian a doscientos metros largos. Es como si toda tu dignidad residiera en la marca y necesitaras agrandarla o rebrillarla.

Las marcas famosas gastan grandes fortunas en publicidad. Su coste hace duplicar lo que realmente vale tu compra, pero pagas tan feliz, que en el acto te pones a darle más publicidad, la más eficaz. Encantados ellos, les va gratis, hacen caja con tu trabajoso farde y ni te regalan un boli o mecherito.

El segundo coche que compré era del mismo modelo que el primero que trallé (un 127 que soportó siete años impasible mi dejadez y mucho monte torturante), algo que le pareció tonto o decepcionante a todo mi entorno; se suponía que debía ir ascendiendo en modelo, cilindrada y apariencias; pero lo que les horrorizó definitivamente fue que hubiera eliminado del coche toda identificación de marca, concesionario, letras, pegatinas o publicidades y, aunque les expliqué las razones, alguno me miró como al tipo loco que es más peligroso que simpático.

La cosa fue que le dije al concesionario que con aquel coche yo le iría haciendo publicidad de la marca y de él por todo sitio durante los siete o diez años que me duraría, así que puse tarifa al canto y le reclamé en concepto de publicidad circulante la ridícula cantidad de tres pesetas diarias (una sola cuña en la radio le costaba entonces a la marca 500 pts.; y metían 15 al día); me parecía justa la tasa, en total unas 11.000 pts. en un coche por el que iba a aflojar unas 160.000; el concesionario me dijo estás de broma, tururú; pues entonces tendrá que retirarme toda referencia de marca, le indiqué, las letritas cromadas y todo eso; dijo que no, que era una crueldad... ¡y quedan marcas!... pues lo compro en la competencia... y lo hizo, claro, todos tenemos precio... y algunos, comisión.

Sólo hay una cosa más idiota e innoble que trabajar de hombre-anuncio o mujer-neón: hacerlo gratis... ¿es por aquello del esclavo que besa sus cadenas?...

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