110 kilómetros al día para mover todo por León

carmen Tapia | texto

fernando otero perandones | foto

José Valle Fernández es uno de los seis conductores del Ayuntamiento de León. Lo mueve todo de un lado para otro de la provincia. Traslada pasos de las cofradías de Semana Santa, cabezudos, vallas, pendones, carrozas, asientos, plumas... Un trabajo en la sombra para que todos los actos luzcan más. José Valle es más que un conductor de camión. Es Colores, el apodo que tiene como radioaficionado y por el que le conoce medio León desde hace 25 años, tiempo que hace que desempeña su trabajo desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde. Y más allá. Quienes lo conocen dicen de él que nunca da una negativa como respuesta a una petición, que se las apaña para ajustar la agenda para que todos los que piden el traslado de cosas de un lado a otro queden satisfechos. En los grandes acontecimientos, como en Semana Santa, coordina al equipo de conductores. «Nuestro objetivo es dar servicio a la ciudad». Un servicio con el que acumula una media de 110 kilómetros al día. Es el hombre de referencia para todos los organizadores de actos de León. Su apodo está grabado en su chaleco de trabajo. Un jubón que le regaló la Cofradía del Santo Sepulcro. «Cuando empecé a trabajar en ésto llegaba a casa llorando de impotencia. No me daba tiempo a todo lo que había que llevar de un lado a otro. Los clientes querían imponer su horario y algunos coincidían. Ahora lo organizo yo y todos están conformes». Asegura que nunca ha tenido un percance. «El traslado de los pendones era una locura. Pendones de 180 pueblos. Antes no había móviles y viajábamos sin mapa. A veces nos olvidábamos de algunos pueblos y teníamos que volver. Todos los pendones iban juntos en el camión. Tomamos la decisión de marcarlos, aunque al principio la gente del pueblo era reacia, pero luego aceptaron. Ahora no trasladamos pendones. Se hace cargo la asociación».

Colores sigue siendo radioaficionado, pero menos. El wasap y las redes sociales están acabando con un hobby que cada vez practican menos personas en el mundo.