«La tele y la Seguridad Social acabaron con el bombero torero»

carmen Tapia| texto

ramiro| fotógrafo

José Burgos, Pepín , posa para este retrato con un capote bordado por su madre. Éste y otro que perteneció a Ortega Cano, que ha adaptado a su tamaño, son los únicos recuerdos que quiere conservar de 43 años en el espectáculo taurino ‘El bombero torero y sus siete enanitos’. Pepín tiene 63 años. Está jubilado, pero durante 43 años «estuve en la movida» como la define él. Y la movida se traduce en casi 4.000 funciones por todo el mundo. Conserva la lista en su casa de Astorga, su ciudad de acogida a la que llegó siendo un niño con horas de trabajo a sus espaldas con su padre en el circo, la televisión y el cine. A los 14 años se le ofreció la oportunidad de entrar en el espectáculo del toro, una troupe de pequeños para entretener al público infantil.

«A las personas pequeñas se nos cierran muchas oportunidades laborales. El espectáculo era nuestra salida. Si volviera a nacer volvería a dedicarme a lo mismo porque lo que más me gustaba de mi trabajo era el ambiente. Ahora ya no hay trabajo, se han acabado muchas oportunidades en el mundo del espectáculo».

Un ambiente en el que ha compartido cartel con los grandes del toreo desde el año 1954 al 2006 en que se jubiló. Mucho ha llovido sobre la plaza desde entonces. El primer cambio se produjo en el año 1992, «con la Ley Corcuera se prohibió hacer daño a los animales así que desde esa fecha sólo toreábamos. Toreábamos becerros de 120 kilos como mucho porque con nuestro tamaño no podemos con más grandes. Recuerdo que un año fuimos a Beirut para hacer once actuaciones y nos quedamos en tres. Casi todos los toros pesaban más de 300 kilos».

El espectáculo de bombero torero acaba tras la jubilación del último profesional, Rafael Celis. Pero el bombero torero ya agonizaba antes. Lo mató, según Pepín, la tele «esa caja negra» y la Seguridad Social «que subía demasiado y al empresario no le salía a cuenta contratar el espectáculo». Pero si pudiera «volvería con los ojos cerrados, pero haría cambios radicales», que no quiere especificar.

Su profesión está ligada a su vida. Gracias al espectáculo taurino conoció a su mujer, una colombiana con la que tiene un hijo de 26 años.