Diario de León

LA ENTREVISTA

«A todo el mundo nos cuesta dominar el odio»

IGNACIO MORGADO / director del Instituto de Neurociencias. El catedrático de Psicobiología aconseja «competir con uno mismo y no con el otro»

El científico y divulgador Ignacio Morgado. INFORMATIVOS.NET

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Víctor Núñez Jaime | madrid

Ignacio Morgado (San Vicente de Alcántara, 1951) lleva cuarenta años estudiando el cerebro humano. Es catedrático de Psicobiología, director del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona y un divulgador científico que ha escrito libros como Emociones e inteligencia social, Aprender, recordar y olvidar y La fábrica de las ilusiones. Ahora publica Emociones Corrosivas (Ariel), donde explica cómo afrontar la envidia, la codicia, la culpabilidad, la vergüenza, el odio y la vanidad, emociones que deterioran nuestras relaciones con los demás. La clave, dice, consiste en «no vivir pendientes de lo que los demás piensan de nosotros y en competir con uno mismo y no con el de al lado».

—¿Cómo empezó a interesarse por las emociones?

— Las emociones son uno de los procesos mentales más importantes de nuestra vida. En un momento de mi trayectoria consideré que era un aspecto poco trabajado me enfoqué en ello, sobre todo para poner de manifiesto el papel que juegan las emociones en nuestra vida, conjuntamente con la razón, ¿eh?, porque trabajan de manera acoplada.

—Pero, generalmente, las emociones suelen ganarle a la razón, ¿no?

—Esa es la salida más común del comportamiento, sí. La emoción es un proceso biológicamente mucho más antiguo que la razón. Los primeros mamíferos ya tenían emociones. Las emociones nacieron para ser respuestas automáticas. Por ejemplo, para huir de un peligro. Y la razón es un proceso de reflexión, tranquilo y lento. Entonces, la razón necesita tiempo y las emociones no. Por eso ganan las emociones. Y, al ser más rápidas, determinan nuestro comportamiento.

— Hoy se habla mucho de la ‘inteligencia emocional’. ¿Cómo se deben gestionar las emociones para comportarnos de manera inteligente?

—Teniendo la capacidad de transformar las emociones negativas en positivas, saber estructurar el comportamiento para conseguir beneficios. Es algo que no ha inventado el señor Daniel Goleman con sus libros famosos. Ya se hablaba de eso en tiempos del emperador romano Marco Aurelio o el jesuita Baltazar Gracián. Ellos ya se ocupaban de explicar cómo gestionar las emociones gestionando la razón.

— También es frecuente escuchar la categoría de ‘personas tóxicas’ ¿Son las que se ha propuesto retratar usted en su nuevo libro?

— Pues sí, de alguna manera. Son personas que han convertido las emociones corrosivas en una forma de vivir. Hay gente que vive en el odio. Otros tienen la envidia como un elemento determinante de su personalidad. Otros todavía peor: tiene el cóctel completo: envidas, odio, recelos, culpas. Y luego está la vanidad, que cuando es limitada no está mal, pero cuando se convierte en egolatría y alcanza la soberbia todo se descompone en la persona y altera a quienes le rodean.

-¿Cuál es la emoción corrosiva que más le cuesta dominar a usted?

—Hombre, a todo el mundo, no sólo a mí, nos cuesta dominar el odio. Es peligroso porque puede instalarse en alguien de por vida.

—¿La emociones repercuten en la salud física?

—Absolutamente. Cuando las personas viven en el odio, la codicia, la envidia. se perjudica en todo. En los órganos del cuerpo, desde luego.

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