Saturan una clínica de eutanasia por aumento de las solicitudes
alejandra mahíques | la haya
En lo que va de año, la única clínica de Holanda dedicada en exclusiva a la práctica de la eutanasia ha recibido 2.000 solicitudes, casi el triple de las obtenidas en 2012, cuando abrió sus puertas. «Actualmente contamos con 52 equipos formados por un médico y una enfermera que se desplazan al lugar del paciente. Con la creciente demanda, en un año necesitaremos el doble de personal, un centenar de equipos» asegura Annerieke Dekker, portavoz de la Clínica para Morir, ubicada en La Haya.
Esta organización privada asiste a pacientes cuyos médicos de cabecera no desean o no pueden practicar la eutanasia alegando falta de tiempo o motivos éticos. En su mayoría se trata de personas con demencia o algún tipo de enfermedad psiquiátrica, casos todo ellos complejos pues en muchas ocasiones la voluntad expresa del paciente no está clara.
«Para los pacientes con demencia y otras enfermedades psiquiátricas, es muy difícil determinar si toman la decisión de forma consciente y voluntaria. Por eso nuestros médicos valoran que el resto de criterios se cumplen», explica Dekker. Entre esos criterios figura padecer un dolor insoportable y sin perspectivas de curación y además se analiza la situación en la que la persona ha pedido morir: si lo hizo hace dos semanas o hace tres años y si ésta se produjo antes de que se desarrollara la enfermedad.