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La última fuga del recluso más antiguo

Muere Miguel Montes, que pasó 36 años en prisión y se escapó una veintena de veces.

Montes, al ser detenido de nuevo tras el indulto del gobierno en 2012. MIGUEL ÁNGEL MOLINA

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León

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efe | granada

Miguel Montes Neiro, que fue hasta su indulto en 2012 el preso común más antiguo de España, falleció este fin de semana en Granada, tras haber estado hospitalizado por un cáncer de pulmón, según informan a Efe fuentes cercanas a su familia.

Montes Neiro, que tenía 67 años, de los que 36 los pasó en la cárcel, murió en la madrugada del sábado y su funeral se celebró el domingo en el cementerio de San José, detallan las fuentes.

Fue considerado el preso común más antiguo de España hasta que fue indultado por el Gobierno a principios de 2012, y volvió a ser detenido en febrero de 2013 en Málaga por el robo cometido en una urbanización de Puerto Banús de Marbella, de donde se sustrajeron joyas por valor de más de cuatro millones de euros, aunque finalmente se le retiró la acusación por esta última causa. Fue condenado por delitos como robos, tráfico de drogas y falsificaciones. A los 12 años ingresó en un reformatorio tras clavarle accidentalmente una flecha en el ojo a un niño en su barrio del Albaicín.

El 20 de enero de 2012 el Consejo de Ministros le indultó una última condena de 13 años por robo con violencia e intimidación y detención ilegal, un beneficio que le abría las puertas de la libertad después de que el anterior gobierno socialista le conmutara otras dos condenas de cuatro años y medio de prisión.

Un mes después de la decisión del Gobierno, el 15 de febrero de 2012, Montes Neiro salía de la prisión de Albolote (Granada).

Desde 1976 el recluso había ido enlazando condenas y fugas de forma ininterrumpida. Llegó a protagonizar seis huidas entre 1978 y 1986 hasta que volvió a quedar en libertad condicional en 1994.

Regresó a la cárcel en 1997 tras cometer diversos delitos y volvió a evadirse en otras dos ocasiones, una en 2003, cuando estuvo tres años fugado, y la última en 2009 aprovechando un permiso extraordinario por la muerte de su madre, aunque fue detenido veinte días después.

Miguel Montes no quería que le recordaran como preso peligroso. Él prefería le conocieran como un reputado fuguista. El sábado emprendió su evasión definitiva.