Torices sitúa el acoso escolar en una sociedad sin valores
El escritor leonés publica ‘Las desventuras de un niño acosado’ El autor recurre al teatro para denunciar, reivindicar y apelar a la conciencia para ayudar a las víctimas.
El escritor José González Torices, con un ejemplar de la pieza teatral sobre el acoso escolar. NACHO GALLEGO
efe | valladolid
El acoso escolar es el reflejo dentro del ámbito académico de una sociedad «falta de valores» en el orden político, educativo y familiar que exige «una toma de conciencia por parte de todos», afirmó ayer el escritor leonés José González Torices, autor del texto teatral Las desventuras de un niño acosado .
Los menores, en el lado más vulnerable, se convierten así en víctimas propiciatorias, reflexionó González Torices en una entrevista con la Agencia Efe, profesor durante treinta y cinco años en un colegio de Valladolid y que ha recurrido a una pieza de teatro infantil para denunciar, reivindicar y apelar a la conciencia.
Autor de una amplia obra literaria infantil y juvenil (relatos, poesía y teatro), ha exigido la restitución de la figura del docente con la autoridad académica y respeto que merece «la persona encargada de transmitir conocimientos a través de emociones, es decir de educar», ha subrayado.
«No nos estamos dando cuenta de que la educación es un trabajo de todos en valores, con referentes dentro de la familia y del colegio, pero si el profesor está desautorizado, deslegitimado, no hay solución», analiza este escritor que a través de un texto ha dramatizado el acoso social con fines pedagógicos.
El docente recibe en el niño a una sociedad que en cierto modo también contribuye a modelar o perfilar a los acosadores desde la familia cuando los progenitores instan a sus hijos a defenderse, a no tolerar ni consentir agresiones de ningún tipo, ha argumentado.
«Tenemos la obligación de recuperar esa paz cimentada en los principios básicos de convivencia para evitar que la violencia social llegue hasta las escuelas», agregado antes de realizar un llamamiento a la sociedad para no erigirse en cómplice del acoso por pasividad, es decir de forma indirecta.
La violencia «se encuentra ahí, en todos los lugares, principalmente en la política», sin que los niños puedan interpretar lo que es correcto y lo que es intolerable porque no se le enseña, «tampoco en la escuela porque el profesor está desautorizado, tiene miedo a ejercer», ha subrayado.
«Hay que apoyarles (a los docentes) desde la familia y desde la política, también los medios de comunicación porque todos tenemos la obligación de suavizar las cosas», insiste.
La pieza teatral, ilustrada por Goyo González, incluye una breve guía para los afectados sobre el bullying o acoso escolar, firmada por el doctor Blas Bombín, humanista y psiquiatra, quien ubica al acosador en el mismo nivel que los damnificados por su conducta.