Menos burocracia y más control de acceso a las tragaperras
La Junta cambia el reglamento regulador de las máquinas y los salones de juego. Habrá menos burocracia para colocar máquinas tragaperras en los bares pero más control de acceso a las salas de terminales de juego. La administración acepta el dictamen del Procurador de Común para que no entren personas desautorizadas por un juez
Carmen Tapia| León
Declaración responsable en lugar de autorización para colocar una máquina tragaperras en un bar; unificación a los diez años el tiempo máximo para renovar los permisos para regentar un negocio con tragaperras, supresión de la obligación del crupier de llevar en la solapa el carné que le acredita como profesional preparado para atender las mesas en los casinos y salas de juego, y obligatoriedad de mostrar el carné de identidad antes de entrar en un salón con máquinas tragaperras, hasta ahora de acceso libre. Estos son los principales cambios que recogerá el futuro Reglamento regulador de las máquinas de juego y de los salones de juego en Castilla y León. Las nuevas normas afectarán a un sector que cuenta con 14.500 máquinas tragaperras en Castilla y León.
La Consejería de Presidencia acaba de colgar en el portal de transparencia de la Junta el trámite de consulta pública obligatorio con el que solicita ideas para desarrollar el reglamento que entrará en vigor en un plazo que oscila entre los 9 y los 12 meses. La consulta pública estará abierta durante un plazo de quince días.
El pleno de las Cortes de Castilla y León aprobó el 20 de octubre la Ley que modifica las leyes de Espectáculos, Públicos y Actividades Recreativas, reguladora del juego y de las apuestas «para simplificar trámites y suprimir las cargas administrativa. La idea es facilitar la iniciativa empresarial», explica a este periódico Luis Miguel González Gago, director de Ordenación del Territorio y Administración Local de la Junta de Castilla y León.
La nueva norma suprime las autorizaciones por «meras declaraciones responsables» para la instalación de una máquina tragaperras en un local de hostelería «lo que reduce el tiempo de espera en dos meses» hasta que llega la autorización definitiva.
Tampoco será necesario que los crupiers lleven en la solapa el carné que les acredita como profesionales del sector. «Después de los cursos de preparación, la Junta expide un carné que ahora es obligatorio que lleven a la vista. Cuando se apruebe esta nueva ley no será necesario, lo que permitirá que puedan empezar a trabajar sin esperar otros dos meses hasta que llegue la acreditación. Serán las inspecciones rutinarias que se hacen en estos locales las que comprueben que el personal que trabaja en el sector está acreditado», explica González Gago.
Otro de los cambios importantes afectará al acceso a los salones de juegos. La ley exige controlar las entradas a los bingos y casinos con la comprobación del carné de identidad del usuario. «Hay un registro nacional y autonómico de nombres de personas que tienen una orden judicial que les impide entrar, sobre todo por problemas de ludopatía. Sin embargo, ese control no existía en los salones de máquinas tragaperras. Eso cambiará con la nueva norma», asegura el director del Ordenación del Territorio y Administración Local. Con este cambio, la Junta acepta un dictamen del Procurador del Común que insta a la administración a establecer más controles de acceso a estos locales. «Estamos barajando dos opciones. Pedir el carné a la entrada o bloquear las máquinas, que sólo podrán activarse cuando el personal del salón compruebe que la persona que la va a autorizar no tiene ningún impedimento legal. Pero es posible que se pongan los dos sistemas al mismo tiempo para que la empresa elija una de las dos».
Otro cambio de la nueva norma es la unificación del periodo de tiempo que tiene que pasar para la renovación de los permisos y licencias de apertura de zonas de juego. «Hasta ahora había distintos periodos según las máquinas y el tipo de local. Ahora todos pasarán esa ‘ITV’ a los diez años».
El cambio de la norma quiere reducir el tiempo de espera en funcionamiento de los salones de juego por la exigencia de obtención de dos autorizaciones administrativas, una primera de instalación y, tras las obras de adecuación de los locales, la obtención de una segunda de apertura y funcionamiento.
La Junta de Castilla y León recaudó 66 millones de euros en tasas del juego en 2016, un 4,25% más que en 2015. Hasta abril de este año el juego reportó 17 millones de euros a las arcas autonómicas, un 10,7% más que en abril del 2016, según las estadísticas de Hacienda.