AVANCE MÉDICO
EEUU crea una pastilla inteligente que puede ser rastreada digitalmente
El fármaco servirá para controlar el cumplimiento de algunos tratamientos, especialmente los casos de esquizofrenia
Se acabó el misterio de por dónde viaja una pastilla cuando nos la tomamos, si es que nos la llegamos a tomar correctamente. La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos ha aprobado el primer comprimido que comprueba si hemos ingerido la píldora, además de incorporar la posibilidad de poder ser rastreado digitalmente a medida que se mueve por el cuerpo humano.
Se trata de un medicamento para el tratamiento de episodios esquizofrénicos y maníacos, comercializado bajo el nombre de Abilify MyCite. Este contiene un sensor insertado -un pequeño microchip y una antena- que registra si la pastilla ha sido tomada. Un parche que se adhiere al paciente transmite esta información a un pequeño dispositivo electrónico externo que informan sobre el recorrido de la tableta a tiempo real. En un futuro, según los investigadores, esta información podría trasladarse directamente a teléfonos móviles.
Avance médico con polémica
La aprobación de esta nueva pastilla representa un avance significativo en el campo de dispositivos digitales diseñados para controlar la ingestión de fármacos y así lidiar con el clásico problema de los pacientes que no toman sus medicinas. Según la Asociación Americana del Corazón, el principal problema en el tratamiento de enfermedades hoy en día es que no se cumplen las prescripciones médicas.
Para subsanar esta problemática, los datos extraídos por el sensor de la pastilla los puede recibir tanto el médico como los familiares del propio paciente, para, de esta forma, controlar el tratamiento con la precisión que estos requieren.
Sin embargo, algunos críticos de la nueva tecnología advierten del riesgo de que la receta de medicamentos pueda tomar un cáliz coactivo, y que los sujetos en tratamiento queden a merced de la reprimenda del médico. Por eso, desde sectores sanitarios se ha sugerido que el paciente deba dar su aprobación al uso de dicha pastilla para evitar situaciones de excesivo control.
Todavía prototipo
El sensor tiene el tamaño aproximado de un grano de arena, y se activa cuando entra en contacto con el fluído estomacal. Detectar la ingestión de la tableta puede tomar entre 30 minutos y dos horas, lo que en la práctica puede dificultar o anular la detección del fármaco en tiempo real como así indica la propia etiqueta del medicamento.
El objetivo final es contribuir a tener un mejor registro de si los participantes ingirieron los medicamentos en la cantidad y tiempos correctos, sobre todo con los pacientes de mayor edad. Además, también tendría funcionalidad en un ambiente posoperatorio, ya que la tecnología serviría para cerciorarse de cuántos opiáceos ha tomado el paciente para el control del dolor. Sin embargo, los fabricantes de la pastilla dicen que actualmente todavía no ha sido comprobado si la tecnología mejorará el cumplimiento del régimen de medicamentos.