Hormona del sueño contra el cáncer
Las jornadas de la Aecc se centran en la investigación de León para acabar con los tumores de hígado.
cristina fanjul | león
Carolina Méndez Blanco y Diana Isabel Sánchez Paniagua, investigadoras del Departamento de Ciencias Biomédicas y de Ibiomed la ULE hablaron ayer de la investigación que han comenzado gracias a una beca de la Aecc de León. Diana Isabel Sánchez Paniagua se refirió a la melatonina y el reloj biológico: un avance en la lucha frente al hepatocarcinoma, que forma parte de su trabajo de tesis doctoral. El hepatocarcinoma es la neoplasia primaria de hígado más común. Actualmente constituye la sexta neoplasia más frecuente en el mundo, la segunda causa de muerte por cáncer y una de las causas más frecuentes de muerte en pacientes cirróticos. Según la investigadora, la alteración de los ritmos circadianos y los genes ‘reloj’ encargados de regularlos, se relaciona con multitud de situaciones patológicas entre las que se encuentra el cáncer. «Se ha indicado que la modulación de éstos puede ser una diana terapéutica en el hepatocarcinoma», subraya. La científica precisa que hay numerosos estudios que han puesto de manifiesto que la melatonina, comúnmente conocida como la hormona del sueño y secretada durante la noche para ayudar al organismo a regular los ciclos del sueño, tiene potencial antineoplásico en diversos modelos de cáncer.
«Por todo ello, en el trabajo se planteó el objetivo de conocer el potencial de la melatonina como adyuvante en el tratamiento del hepatocarcinoma», explica Sánchez Paniagua. La investigadora asegura que se ha comprobado su efecto en la regulación del reloj biológico interno durante la hepatocarcinogénesis y añade que se puede concluir de forma preliminar que la melatonina modula los ritmos circadianos alterados, lo que podría contribuir a regular el desarrollo y progresión del hepatocarcinoma. «Además, el conocimiento de los efectos de la melatonina en investigación básica, podría contribuir al desarrollo de nuevas estrategias farmacológicas en pacientes oncológicos», destaca.
Sorafenib
Por su parte, Carolina Méndez Blanco habló en su charla acerca de cómo superar la resistencia a fármacos en hepatocarcinoma avanzado. La investigadora explica que el problema del cáncer de hígado es que sus síntomas se detectan mal y suele estar en fases avanzadas cuando se revela. Su sintomatología puede además confundirse con otras enfermedades y entre ellas destacan las náuseas, vómitos, fiebre y la pérdida del apetito. En España sólo se usa un fármaco para lugar contra este tumor. Se trata del Sorafenib, un medicamento que alarga la supervivencia del paciente pero que reviste un problema. «A la larga, termina por no funciona», destaca Méndez Blanco, que explica la razón en el hecho de que el tumor termina adaptándose a él. La científica incide en que una de las principales acciones del fármaco es que inhibe la angiogénesis, la formación de vasos sanguineos. «El problema es que a la larga se genera una hipoxia que activa vías muy alternativas y que provoca que de manera eventual el tumor se vuelva más agresivo. «El tumor se adapta y se hace aún más resistente», destaca. Además, subraya que el hepatocarcinoma no es igual en todas las personas y cada tumor, además, tiene alteraciones y mutaciones diferentes. «Yo busco los mecanismos implicados en la hipoxia y para ello trabajo con distintas lineas celulares porque no todas responden de igual manera», indica. La investigadora añade que el futuro pasa por la realización de análisis de marcadores que reflejen la genética y variabilidad de cada enfermo.Git as eum