Turrón de tribu

Qué fácil podríais entender a los catalanes catalanistas si os pusierais tan sólo un rato en su caso, en su cosa y en su casa, sugirió Peláez, que es muy de colarse en causas cojas sin que le inviten... id a su casa esta Navidad, imaginad la escena dentro de un mes en cualquier familia con ristra de apellidos catalanes (salvo alguno que no se cita por venir de algún absurdo desliz de bisabuela con xarnego guaperas y vago que acaba estudiando leyes y quedándose con la mejor fábrica de la familia)... una hora antes de empezar la cena de Nochebuena beben, pinchan y hablan como peces en el río los hijos, suegros, padres, cuñadas, el abuelo cebolleta y alguna prima que llega de lejos... este año será una Navidad distinta, vaya que sí, la tribu ha vivido días gozosos y excitantes al vislumbrar entre las nubes una promesa de maná para ellos solos... todos cuentan cómo vieron, al fin, el nacimiento popular de la república largamente esperada... en Vic, Terrasa, Hospitalet... hay excitación en la charla, se recrea la escena terrible de la abuela ensangrentada y la represión policial para seguir atizando la ira en la chimenea patria, se recrea la intensa emoción de un pueblo superior y dueño de su destino tapando la calle, clamando libertad y voceando indé pendén ciá y todas esas cosas... creen haber tocado el cielo republicano de la nación y ya le rezan a San Junqueras, tan declaradamente católico, como a un cristobalón bendito que les cruzará a hombros la riada del 155, mientras desde su celda-oratorio manda epístolas a los suyos, a tesalonicenses o «ad efesios» de Bruselas: Dios está con Catalunya, os lo dice cada día el capellá, el bisbe y el cardenal, Dios con nosotros... y la Virgen era morena, de Montserrat, Judas era hijo de judíos españoles, el castillo de Herodes pone «Todo por la Patria» y el portal de Belén era de unos catalanes que amablemente lo cedieron gratis... en fin, que no dejarán de inflar la lista de agravios (con gas de la risa tantas veces) y esta Navidad comerán solamente turrón de tribu, pero saben que sólo será del duro, del de roer, porque la indé pendén ciá tampoco les agraciará el 21-D.